Plan de Estudio Educación Preuniversitaria
Ficha
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Plan de Estudio Educación Preuniversitaria
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PLAN
DE ESTUDIO
EDUCACIÓN
PREUNIVERSITARIA
M. Sc. Manuel Antonio Ramos Cuza
Dr. C. Luis Roberto Jardinot Mustelier
Edición: Lic. Yaneys López Argüelles
Diseño de cubierta: Instituto Superior de Diseño (ISDi)
Diseño interior: Elena Faramiñán Cortina
Corrección: Sheila Patricia Fernández Díaz
Emplane: Adriana Fundora Losada
© Manuel Antonio Ramos Cuza y Luis Roberto Jardinot Mustelier, Cuba, 2023
© Editorial Pueblo y Educación, 2023
ISBN 978-959-13-3990-4 (Versión impresa)
ISBN 978-959-13-4364-2 (Versión digital)
EDITORIAL PUEBLO Y EDUCACIÓN
Ave. 3.a A No. 4601 entre 46 y 60,
Playa, La Habana, Cuba. CP 11300.
epe@enet.cu
ÍNDICE
EXPLICACIÓN NECESARIA / 1
Caracterización de la Educación Preuniversitaria / 7
Fin y objetivos generales de la Educación / 11
Fin y objetivos generales de la Educación Preuniversitaria / 15
Objetivos por grados / 17
Características del desarrollo de la personalidad del educando de
preuniversitario / 21
Perfil del egresado / 27
Concepción curricular y grada curricular / 30
Concepción del proceso educativo / 42
Concepción de la evaluación del educando / 55
Bibliografía / 59
EXPLICACIÓN NECESARIA
La búsqueda de transformaciones dirigidas a elevar la calidad de la
educación ha sido un propósito sistemático y progresivo en diversos momentos del proceso histórico cubano. En esta labor se incluyen los distintos estudios y la concepción del perfeccionamiento continuo del Sistema
Nacional de Educación, los cuales permitieron el diseño de aspectos generales del sistema y de su estructura, tales como: el plan de estudio
general, los programas particulares de áreas de desarrollo y de las asignaturas, el trabajo metodológico, la evaluación, las relaciones entre los
subsistemas, entre otros.
El desarrollo de estos procesos se fundamentan en la pedagogía como
ciencia de la educación y de sus fundamentos filosóficos, sociológicos y
psicológicos, que apoyados en una filosofía electiva, integradora de lo
mejor del marxismo-leninismo y del pensamiento martiano y fidelista,
materializa el pensamiento pedagógico cubano en una fuerte tradición
ética, humanista y una sólida concepción científica que promueve la formación de un ser humano capaz de regular y autorregular su comportamiento, y que identificado con su nacionalidad, responda a los valores
revolucionarios de su época y los trascienda con un amplio sentido del
progreso social.
Las ideas pedagógicas básicas sobre educación y sociedad en que se
fundamenta la labor educativa son las siguientes:
• El papel de la educación como vía para la liberación y desarrollo de los
individuos, que se expresa en la máxima martiana: “Ser culto, es el
único modo de ser libre”.1 En esta expresión el Apóstol expresa la necesidad de lograr conocimientos útiles, el desarrollo del pensamiento
1
José Martí: “ Maestros ambulantes”, Obras Completas, t. 8, Editorial de Ciencias
Sociales, 1975, p. 289.
1
creador, la responsabilidad para transformar el medio natural, social y
saber sostener también su autodesarrollo. En el ideario martiano está
presente el concepto de educación integral.
• La educación se asienta sobre el concepto de la ética martiana y del
pensamiento pedagógico cubano de servicio al desarrollo de la nación
y la identidad nacional, desde una posición humanista de integración
solidaria y crítica, para el mejoramiento de la realidad social y de sí
mismo.
• La sociedad garantiza el acceso por igual a todos sus ciudadanos a la
educación que resulta de las interrelaciones e influencias que se dan
en el proceso, de su inserción en su medio natural, social y familiar,
por lo tanto son diversas y adquieren un significado diferente, en dependencia de las particularidades de cada individuo y las características de las distintas etapas por las que transita en su desarrollo a lo
largo de la vida.
• La familia, la comunidad, las instituciones educativas a las que asiste,
los grupos informales, las organizaciones sociales, los medios de comunicación en los que el individuo despliega su actividad y por tanto,
sus relaciones, influyen sobre él de distintas maneras y por diferentes
vías.
La concepción pedagógica que sustenta este Plan de Estudio está en
función de cumplir el fin y los objetivos, en los que se expresa el encargo
que la sociedad le asigna, y a la vez, toma en consideración las condiciones
y potencialidades del contexto del cual forma parte, porque son principales
fuentes generadoras de las necesidades socioeducativas de los individuos,
incluyéndolos a todos como agentes de su propio desarrollo y al reconocer
que son portadores de ideas diversas sobre la vida, de una cultura local y
contextualizada que se debe tener en cuenta en toda labor educativa.
La concepción curricular que se asume para la educación cubana se
caracteriza por ser flexible, integral, contextualizada y participativa,
conformada por un componente general (currículo común y obligatorio),
que garantiza la unidad del sistema, y un componente institucional que
permite a la institución educativa construir su currículo institucional de
acuerdo con sus condiciones socioeducativas, las particularidades locales
y los recursos humanos y materiales al alcance de su localidad.
La concreción del currículo institucional se expresa en los proyectos
educativos: institucional y de grupos, elaborados con la participación de
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los diferentes agentes, a partir de incorporar un estilo de dirección más
flexible y contextualizado.
Esta concepción se materializa en un proyecto educativo institucional
y proyectos de grupo que posibilitan un estilo de dirección cooperativo,
más flexible y contextualizado, el cual debe promover y permitir, en su
conformación, la participación de los educandos, los docentes, familias y
las instituciones comunitarias.
Las instituciones educativas, como instituciones socializadoras por
excelencia, tienen un compromiso permanente con la sociedad: formar y
preparar integralmente a los niños y adolescentes para su activa participación en la vida social, de ahí su carácter complejo.
La socialización es el proceso de interacción del individuo con la sociedad y el medio ambiente (familias, grupo escolar, comunidad), mediante el cual se apropia activa, reflexiva y creativamente de la experiencia,
los conocimientos, valores sociales y culturales creados históricamente
por la sociedad donde vive y se desarrolla, a partir de sus vivencias, sentimientos, necesidades, intereses y motivos, con los que reproduce, produce, modifica y transforma la realidad y a sí mismo.
Durante todo este proceso transcurre la formación integral de su personalidad, de modo que, la principal función social de las instituciones
educativas es el enraizamiento cultural de los educandos en la sociedad
socialista cubana, con el propósito de prepararlos para la vida y que contribuyan al progreso de esta, desde una posición activa, crítica y transformadora, comprometida con la continuidad histórica y la defensa de los
valores del socialismo.
El logro de esta aspiración pasa hoy por la necesidad de crear las condiciones propicias para la formación en la adolescencia de una personalidad madura, como resultado de una educación que posibilite una formación
para el desarrollo sostenible y los prepare para asumir estilos de vida
sanos, potenciadores de su propio desarrollo, en función de poder orientarse, y dar respuesta a los problemas de la realidad social y personal. En
este proceso se requiere de la acción armónica y coherente con la familia,
como primera institución socializadora del ser humano, con la comunidad,
con los grupos sociales entre los que el educando se desenvuelve, que
incluye las organizaciones a las que pertenecen, así como con otros organismos y sectores de la sociedad y del Estado.
En consecuencia, para lograr una labor efectiva se debe partir de identificar los problemas y potencialidades de cada comunidad donde se
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encuentran los educandos y de la que forman parte, junto a su familia,
para conocer cómo piensan y se comportan, qué ayuda pueden necesitar,
entre otros.
El sistema de relaciones en el proceso educativo debe crear mecanismos
de comunicación y relación social con un clima moral de afecto, de respeto a la dignidad humana, de comprensión y de aceptación recíproca,
que estimule la comunicación sincera y el intercambio armonioso, donde
el empleo del lenguaje verbal y no verbal cobre un lugar destacado y se
adecue a las normas socialmente establecidas con estos grupos sociales,
constituyen un recurso que debe ser empleado de forma consciente y
sistemática y en el que esté siempre presente la moral y los valores de la
ética de la profesión, sobre la base de la esencia humanista de la labor
educativa.
Por consiguiente, para lograr una labor educativa eficiente, es necesario que, entre otros aspectos, se proponga:
• Crear un clima de democracia y de participación, donde todos los factores que se involucren en el proceso educativo de los educandos, sean
corresponsables y cuenten con la autonomía necesaria para contribuir
a la real adecuación del currículo, a las particularidades de docentes,
educandos, familias y entornos, con lo cual experimenten alegría, orgullo y satisfacción por las actividades que realizan, al sentirse responsables y comprometidos con los resultados alcanzados.
• Desarrollar un proceso educativo caracterizado por la participación de
los educandos como sujetos de su propio aprendizaje y formación, en
un clima psicosocial afectivo positivo y estimulador del desarrollo de
las potencialidades de cada uno y del grupo-clase, con formas variadas
del trabajo grupal e individual y de diferentes tipos de actividades y
procesos.
• Potenciar el buen funcionamiento del grupo de educandos y de la
organización estudiantil, de manera que posibilite la inserción social
del adolescente, sobre la base del respeto, la confianza, la comprensión
y la aceptación recíproca, lo cual debe favorecer el desarrollo de la
independencia, de la autonomía y de la autoafirmación.
• Funcionar como institución cultural y socioeducativa en permanente
conexión con su entorno, integrada en las estructuras de participación
comunitaria, propiciando la creación de espacios donde las potenciali4
dades profesionales, sociales y económicas existentes se utilicen y los
diferentes actores sociales se inserten activamente a la institución
educativa.
• Hacer que los Consejos de Escuela, en su condición de organización
popular, propicien un vínculo más sistemático y funcional entre las
instituciones educativas y su entorno comunitario, lo cual contribuirá
a convertirlas en pivotes para la coordinación, cooperación e integración
de las influencias educativas que todos aportan a la formación del
ciudadano, además de la real participación de las familias en dirección
escolar y la movilización para participar en la educación de sus hijos
junto la institución educativa.
• Estimular la participación activa de la familia para que asuma su responsabilidad de manera más acertada y positiva en la educación de sus
hijos, con el objetivo de que estos desarrollen sus potencialidades y
sentimientos, y se apropien de conocimientos acerca de las funciones
que les corresponden como miembros de una familia y para los roles
futuros que deben desempeñar dentro de esta.
El Plan de Estudio es el documento oficial más general que prescribe
la actividad educativa en cada tipo de educación, al modelar los componentes general e institucional del currículo. Este incluye los siguientes
aspectos: caracterización de la Educación Preuniversitaria, fin y objetivos
generales de la educación y de la Educación Preuniversitaria, características psicológicas del desarrollo de la personalidad del educando, perfil
del egresado, concepción y grada curriculares, concepción del proceso
educativo y evaluación del educando. Estos elementos sintetizan los
principales fundamentos en los que se basa el proceso educativo y las
modificaciones que caracterizan al actual Perfeccionamiento del Sistema
Nacional de Educación, entre las que tenemos:
• La concepción de un proceso educativo desarrollador, caracterizado
por la inclusión y participación de cada uno de los educandos como
sujetos de su propio aprendizaje y formación.
• Formulación de los objetivos y selección de los contenidos de los planes
y programas de estudio, a partir de los nueve componentes del contenido de la educación cubana para lograr la formación integral del
educando, que atraviesan de manera transversal a todos los componentes del currículo.
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• La concepción de las formas y vías del trabajo metodológico de manera que permita la preparación de los educadores y otros agentes y
agencias educativas para diseñar, ejecutar y evaluar el currículo institucional.
• El trabajo en red, como elemento esencial de la determinación de los
recursos humanos y materiales que permitan racionalizar el trabajo
metodológico y otros tipos de actividades en grupos comunitarios e
instituciones educativas.
Los componentes del contenido de la educación cubana reflejan dimensiones de la realidad que constituyen exigencias sociales al proceso
educativo en el contexto actual de la sociedad cubana. Estos incluyen conocimientos, habilidades, sentimientos, valores y actitudes. Se
asumen como formulaciones genéricas que sirven de base para el logro
de una cultura general en los educandos; de ahí su valor metodológico en
la formulación y gradación de los objetivos, la determinación de los contenidos y su evaluación.
Estos componentes son:
1. Educación patriótica.
2. Educación ciudadana y jurídica.
3. Educación científico-tecnológica.
4. Educación para la salud, la educación física y la sexualidad con enfoque
de género.
5. Educación estética.
6. Educación politécnica, laboral, económica y profesional.
7. Educación para la comunicación.
8. Educación ambiental para el desarrollo sostenible.
9. Educación para la orientación y proyección social.
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Caracterización de la Educación
Preuniversitaria
La Educación Preuniversitaria forma parte de la Educación General,
antesala de la universidad, se caracteriza por tener tres años de duración
y abarca los grados décimo, onceno y duodécimo. En ella se forman los
adolescentes entre los 15 años y los 18 años de edad.
En esta educación se prepara a los educandos para ingresar a la universidad o para incorporarse a la vida laboral, de ahí la importancia que
adquiere el énfasis en la formación vocacional y la orientación profesional,
y su organización en el sistema de educación sobre la base de dos factores
esenciales: uno social, que se relaciona con la estructura de matrícula de
ingresos a la educación superior y técnico-profesional; y otra individual,
referido a intereses de los educandos de acuerdo con las capacidades y
habilidades en los que más se destaquen.
En los distintos grados se prevé la ampliación y profundización de los
contenidos que adquieren los educandos, proporcionándoles una educación
general media y politécnica, que los prepare para la vida. También se
busca un mayor nivel de integración en las estrategias pedagógicas que
se diseñen de forma participativa a partir del fin y objetivos previstos en
esta educación.
Esta propuesta privilegia la formación integral del educando de manera diferenciada, proponiendo el fin y el sistema de objetivos formativos,
una alternativa de transversalidad en el currículo que integra de forma
armónica temas priorizados del nivel educativo, derivados de la concepción
asumida de cultura general integral, la propuesta de un sistema de actividades curriculares, que integran lo docente, lo extradocente y lo extraescolar, a través de las cuales transcurre el proceso formativo del educando,
de manera protagónica, en torno a un proyecto educativo institucional
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y de grupo, bajo la dirección creativa del colectivo pedagógico y la orientación educativa de los profesores guías.
Resulta de gran importancia el trabajo científico investigativo, por la
necesidad de acercar a los educandos a las exigencias que enfrentarán en
la universidad, de ahí que el proceso educativo en este nivel debe alcanzar
mayor rigor, y se debe iniciar el adiestramiento de sus educandos, explicando e introduciendo, progresivamente, las particularidades de este nivel
superior, aspecto que les facilita mejores condiciones para el logro del
éxito desde su inicio en esta educación, y les evita el temor al fracaso ante
el cambio a que se someterán una vez que ingresen en una institución
universitaria.
Para ello se asume, que en un proceso de enseñanza-aprendizaje desarrollador, se respete la etapa propedéutica, la nivelación y sistematización
de los contenidos precedentes; lo que se tendrá en cuenta también para la
aplicación del sistema de evaluación de manera que los educandos se
vayan adaptando a las características del nivel superior.
Desde el décimo grado se deberá llevar una atención sistemática, diferenciada, permanente y eficiente en la preparación para el ingreso a la
educación superior y la orientación profesional.
La grada curricular está conformada por un sistema de áreas, disciplinas, asignaturas y actividades complementarias, organizadas en niveles jerárquicos y con una secuencia lógica temporal, incluye las
actividades del currículo general y el institucional. Las áreas, están integradas por un conjunto de disciplinas, afines por su naturaleza, que
posibilitan una mayor coherencia entre las relaciones interdisciplinarias;
esta estructura permite lograr un mejor equilibrio entre las disciplinas de
las áreas, a partir de conocimientos, habilidades y métodos de estudio
compartidos.
La grada curricular del preuniversitario se compone de cuatro áreas
culturales: Ciencias Sociales, Artes y Lengua, Ciencias Exactas y Ciencias
Naturales.
Las disciplinas que integran las áreas son las siguientes:
I. Ciencias Sociales: Historia, Cultura Política y Defensa Civil.
II. Artes y Letras: Literatura y Lengua, Idioma Extranjero y Cultura
Artística.
III. Ciencias Exactas: Matemática, Física e Informática.
IV. Ciencias Naturales: Biología, Geografía, Química y Educación Física.
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Las asignaturas constituyen el primer nivel de organización de las
actividades docentes del currículo general en el que se concreta el diseño
del proceso de enseñanza-aprendizaje de las disciplinas. Pueden durar el
curso completo o no, atendiendo a la diversificación de las ciencias y las
esferas de la cultura de la humanidad. Se materializan en los programas
y libros de texto elaborados centralmente por el Ministerio de Educación, y son de obligatorio cumplimiento por todos los institutos del país.
Las actividades complementarias componen el currículo institucional
y se materializan en programas y otros materiales docentes elaborados e
implementados por el instituto preuniversitario con la colaboración de las
instituciones de la comunidad.
La implementación del currículo se realiza mediante proyectos educativos grupales e institucional, en los cuales se planifica el sistema de actividades y comunicación que se requieren en función del cumplimiento
del fin y los objetivos de los grados, con la participación activa y comprometida de los propios educandos, los docentes, la familia y la comunidad.
Los cambios más significativos de esta educación en el perfeccionamiento actual se centran en:
• Actualización y remodelación de los contenidos de los programas de
las asignaturas, a la luz de los avances de la ciencia, el arte, la tecnología, y las orientaciones metodológicas a partir de los logros de las
didácticas particulares.
• Diversificación de las formas de organización del proceso educativo,
con un acercamiento a algunas de las que se utilizan en la Educación
Superior, con vista a preparar a los educandos para sus futuros estudios
universitarios (conferencias, seminarios, clases prácticas, excursiones
y otras).
• Incorporación al currículo institucional de diversos tipos de actividades
que complementan la formación integral desarrolladas en las asignaturas del currículo general: actividad laboral, cursos complementarios
y proyectos de diferentes tipos, que se desarrollan de manera grupal y
opcional por los educandos, determinados, planificados y organizados
por la propia institución educativa en dependencia de sus potencialidades, posibilidades y necesidades, así como de las potencialidades del
contexto.
• Potenciar la investigación y la innovación a través de las asignaturas,
los cursos complementarios, las sociedades científicas, el movimiento
de monitores y los proyectos sociales, culturales, técnicos y productivos.
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• Potenciar la orientación profesional en general desde las asignaturas y
en las actividades complementarias, con énfasis hacia las carreras
universitarias que presentan mayor déficit e interés territorial en
correspondencia con los intereses profesionales, así como el fin y los
objetivos de la educación.
• Introducir cambios en la evaluación final, donde determinadas asignaturas culminen con la defensa de trabajos investigativos integradores.
• Reducir el tiempo televisivo y hacer mayor uso de los productos
audiovisuales y del software educativo.
• Materializar la concepción de las disciplinas y áreas, mediante el
trabajo metodológico intra e interdisciplinario, para lograr coherencia
entre las asignaturas de cada grado que lo conforman.
• Incrementar las actividades prácticas, tanto en los laboratorios, como
en otros espacios extraescolares.
• Preparar a los docentes desde la institución, complementándola con
otras formas de superación posgraduada, en el contenido y la didáctica de las asignaturas en coordinación con las universidades.
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Fin y objetivos generales de la Educación
Teniendo en cuenta el desarrollo socioeconómico de nuestro país, las
necesidades sociales, el desarrollo creciente de la educación, así como las
condiciones contextuales internacionales y nuestras tradiciones pedagógicas se formula el siguiente fin de la educación:
El logro del desarrollo y la formación integral de la personalidad del
educando con una base cultural en correspondencia con los ideales patrióticos, cívicos y humanistas de la sociedad socialista cubana en su desarrollo próspero y sostenible; expresados en las formas de sentir, pensar
y actuar, de acuerdo con sus particularidades e intereses individuales, en
correlación con las necesidades sociales, que le permita consolidar una
concepción científica del mundo y prepararse para la vida.
Objetivos generales de la Educación
Derivado de este fin se presenta el sistema de objetivos que se asumen
como logros que se deben alcanzar en los educandos, una vez egresen de
la educación general (grado duodécimo) y de los cuales, mediante derivación gradual, se elaborarán objetivos que correspondan a las diferentes
educaciones.
Los objetivos contienen en su proyección y en esencia la concepción de
educación para toda la vida de cada educando en las condiciones y exigencias histórico-concretas que demanda la sociedad cubana de hoy y del
futuro. Ello tiene lugar en un contexto de crecientes problemáticas mundiales globales de gran complejidad, que a su vez influyen en la vida local
y comunitaria de cada país y grupos sociales, las cuales se enfrentarán
reflexiva y críticamente al disponer de las respuestas oportunas, sobre la
base de una sólida formación cultural, científico-técnica y humanista.
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Los objetivos generales funcionan, por consiguiente, a manera de un
sistema derivado de requerimientos sociales de carácter educativo de alta
prioridad, por lo que han de analizarse muy vinculados entre sí. Expresan,
de conjunto, contenidos instructivo-educativos que conectan entre sí a
todas las áreas y disciplinas del currículo y a todo tipo de actividad escolar en función de la formación integral y de las necesidades específicas
educativas de cada educando, a partir de las particularidades potenciales
que ofrecen la diversidad de los contenidos de las asignaturas, así como
del contexto escolar, familiar y comunitario.
En esta interacción didáctica es requisito indispensable una eficiente
organización interdisciplinaria, donde la diversidad de acciones que se
promuevan se complementen y enriquezcan entre sí, funcionando a manera de líneas directrices que atraviesen todo el currículo global de cada
institución educativa, favoreciendo una verdadera programación interdisciplinar, entre estos: la educación patriótica, ciudadana y jurídica,
científica y tecnológica, para la salud y la sexualidad con enfoque de
género, física, estética, politécnica, laboral, económica y profesional, para
la comunicación, ambiental para el desarrollo sostenible y la educación
para la orientación de la proyección social.
El sistema de objetivos expresa la aspiración de que los educandos
sean capaces de:
1. Manifestar sentimientos de amor a la patria, y a sus símbolos, de solidaridad y antimperialismo, sobre la base del conocimiento y la valoración profunda del contenido de la historia, de la obra martiana y del
ejemplo de los héroes, mártires, combatientes, personalidades destacadas y líderes de la Revolución Cubana, así como en su comportamiento acorde con los valores de la cultura y el humanismo de nuestra
ideología socialista y su decisión de participar con sus acciones estudiantiles y sociales en el desarrollo y la continuidad de esta.
2. Mostrar la educación moral, política y jurídica en su actuación ciudadana, expresada en el orgullo que lo caracteriza como cubano, al identificarse como parte de la naturaleza y la cultura de su patria, en la
defensa de los principios de la democracia socialista y el cumplimiento de los principios jurídicos establecidos por la Constitución de la
República, coherente con una conducta autorregulada, autocrítica y
crítica, contra todo tipo de indisciplinas sociales, discriminación, violencia y corrupción, de acuerdo con su contexto familiar, escolar y
social.
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3. Demostrar la apropiación, ampliación, sistematización, profundización
y aplicación de los contenidos del proceso educativo, en la interpretación
de hechos, objetos, procesos y fenómenos de la naturaleza con
una concepción científica del mundo, teniendo en cuenta sus nexos
interdisciplinarios y la familiarización con la investigación científica,
como vías para la consolidación del pensamiento teórico y un comportamiento autodeterminado, independiente y creativo, con el uso de las
tecnologías de la información y las comunicaciones como medio de
aprendizaje y herramienta de trabajo, en correspondencia con sus
particularidades e intereses individuales.
4. Demostrar un estilo de vida saludable y sostenible desde lo individual,
familiar y social, evidenciado en una actitud positiva ante situaciones
y comportamientos higiénicos en lo personal y colectivo, hábitos
alimentarios y nutricionales adecuados, una percepción de riesgo que
estimule el rechazo a las adicciones por consumo de drogas, prevenga
la violencia, las lesiones autoinflingidas y las no intencionales, promueva la sexualidad responsable con enfoque de género y de derechos,
la educación vial, la satisfacción por la realización sistemática de
ejercicios físicos, el desarrollo de habilidades motrices y capacidades
físicas, resultado del perfeccionamiento y rendimiento corporal alcanzado, la recreación sana y la práctica de la medicina natural y tradicional.
5. Demostrar una proyección sociocultural acorde con el ideal ético-estético de la sociedad socialista cubana, manifestado en el conocimiento, la apreciación, la sensibilidad y la espiritualidad ante lo bello y el
bien, en la capacidad de percepción y disfrute de las relaciones humanas afectuosas y respetuosas, con la naturaleza, el arte, la ciencia, la
tecnología y otras esferas de la cultura local, nacional, caribeña, latinoamericana y universal, como expresión de la autorregulación del
comportamiento social y su distinción personal.
6. Demostrar el dominio y comprensión del significado de una cultura
laboral, económica y tecnológica para emprender la solución de problemas como parte de su preparación para la vida, que están identificados en la escuela, la comunidad y la sociedad, así como la
determinación de su futuro laboral o profesional de acuerdo con sus
necesidades, intereses, potencialidades, prioridades sociales y territoriales, con responsabilidad, laboriosidad, honestidad, honradez,
solidaridad, hábitos de trabajo y una mentalidad de productores en la
sociedad socialista cubana.
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7. Demostrar un elevado nivel alcanzado en la comunicación con el empleo
de diversos lenguajes (verbal, corporal, audiovisual, algorítmico, entre
otros), con creatividad e independencia, al defender sus puntos de
vista, argumentar sus decisiones personales y colectivas y al ejercer la
crítica y la autocrítica con fines constructivos; saber escuchar, hablar,
leer y escribir, con especial interés, disfrute y buen gusto estético por
la lectura de diferentes tipos de textos, así como el aprendizaje de una
lengua extranjera desde una perspectiva intercultural, como medio de
expresión de sus sentimientos, preferencias, valoraciones, motivaciones
e intereses en diferentes contextos de interacción socioculturales.
8. Demostrar una actitud positiva, creadora y responsable ante el medio
ambiente, desde la comprensión de la interdependencia de las dimensiones económica, político-social y ecológica del desarrollo sostenible
y del conocimiento de las causas esenciales que la afectan en los ámbitos local, nacional y mundial, condición fundamental para el mantenimiento y la preservación de sus recursos, de la diversidad de la vida,
así como de la adaptación al cambio climático en el planeta.
9. Demostrar el nivel de independencia alcanzado en la planificación,
ejecución, control y evaluación crítica de las actividades individuales
y colectivas que realiza dentro y fuera de sus organizaciones estudiantiles, de masas y políticas, expresado en la satisfacción, el conocimiento y en las habilidades para la solución de diferentes tareas y
situaciones problemáticas de la vida cotidiana, así como en la toma de
decisiones responsables para el logro de su bienestar, integración al
colectivo y la elaboración de su proyecto de vida.
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Fin y objetivos generales
de la Educación Preuniversitaria
Fin de la Educación Preuniversitaria
El logro del desarrollo y la formación integral de la personalidad de los
educandos con una base cultural en correspondencia con los ideales patrióticos, ciudadanos y humanistas de la sociedad socialista cubana en su
desarrollo próspero y sostenible; expresados, además, en las formas de
sentir, pensar y actuar, de acuerdo con sus particularidades e intereses
individuales, en correlación con las necesidades sociales, que les permita
consolidar una concepción científica del mundo y prepararse para la vida
y sus estudios universitarios.
Objetivos generales de la Educación Preuniversitaria
El sistema de objetivos generales del preuniversitario expresa la aspiración de que los educandos, al culminar el duodécimo grado sean capaces de:
1. Manifestar sentimientos de amor a la patria, su naturaleza, cultura y
sus símbolos, solidaridad y antimperialismo, basado en la valoración
profunda de la historia, en particular de la obra martiana y el ejemplo
de los héroes, mártires, combatientes, personalidades destacadas y líderes de la Revolución Cubana, y expresado en un comportamiento
acorde con los principios humanistas del socialismo y su decisión de
participar con sus acciones estudiantiles y sociales en su continuidad
y desarrollo próspero y sostenible..
2. Mostrar una actuación ciudadana en defensa de los principios de
la democracia socialista y el cumplimiento de la Constitución de la
República y sus leyes, coherente con una conducta autorregulada,
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autocrítica y crítica, contra todo tipo de indisciplina social, discriminación, violencia y corrupción, en su contexto familiar, escolar y
social.
3. Demostrar una concepción científica y moral del mundo en su vida
cotidiana, expresada en la aplicación creadora de los adelantos de las
ciencias, en la interpretación de hechos, objetos, procesos y fenómenos
de la naturaleza, teniendo en cuenta sus nexos interdisciplinarios, la
utilización de métodos de investigación científica y tecnologías de
la información y las comunicaciones.
4. Demostrar un estilo de vida saludable y sostenible desde lo individual,
familiar y social, evidenciado en una actitud positiva ante situaciones
y comportamientos higiénicos en lo personal y colectivo, hábitos alimentarios y nutricionales adecuados, una percepción de riesgo que
estimule el rechazo a las adicciones por consumo de drogas, prevenga
la violencia, las lesiones autoinflingidas y las no intencionales, promueva la sexualidad responsable con enfoque de género y de derechos,
la educación vial, la satisfacción por la realización sistemática de
ejercicios físicos, el desarrollo de habilidades motrices y capacidades
físicas, resultado del perfeccionamiento y rendimiento corporal alcanzado, la recreación sana y la práctica de la medicina natural y tradicional.
5. Demostrar una proyección sociocultural acorde con el ideal ético-estético de la sociedad socialista cubana, manifestado en el conocimiento, la apreciación, la sensibilidad ante lo bello y el bien, en la
naturaleza y las diferentes manifestaciones de la cultura de la humanidad, así como en su presencia personal y las relaciones interpersonales.
6. Resolver problemas de la institución educativa, la comunidad, y la
sociedad, en los que evidencie responsabilidad, laboriosidad, honestidad, honradez, solidaridad, hábitos de trabajo y una mentalidad de
productores en función del desarrollo sostenible de la sociedad cubana,
que contribuya a la determinación de su futuro profesional en función
de las necesidades sociales e intereses individuales.
7. Comunicarse correctamente con el empleo de diversos lenguajes, y al
menos una lengua extranjera, con creatividad e independencia, defendiendo sus puntos de vista, decisiones personales y colectivas, así como
ejerciendo la crítica y la autocrítica con fines constructivos, con especial
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interés por la lectura de diferentes tipos de textos, en diferentes
contextos de interacción socioculturales.
8. Demostrar una actitud responsable ante el medio ambiente, basado en
la comprensión de su pertenencia a este, sensibilidad ante los problemas
esenciales que lo afectan en los diferentes ámbitos, la utilización y
conservación de sus recursos para el desarrollo sostenible, así como
las vías de mitigación y adaptación al cambio climático.
9. Demostrar el nivel de independencia y responsabilidad alcanzado en
la planificación, ejecución, control y evaluación crítica de las actividades individuales y colectivas que realiza dentro y fuera de sus organizaciones estudiantiles, de masas y políticas, expresado en la solución
de diferentes tareas y situaciones problemáticas de la vida cotidiana,
así como en la toma de decisiones responsables para el logro de su
bienestar, integración al colectivo y la elaboración de su proyecto de
vida.
Objetivos por grados
Décimo grado
Al culminar el primer año de su formación en el instituto preuniversitario los educandos deberán ser capaces de:
1. Manifestar sentimientos de amor a la patria, su naturaleza, cultura y
sus símbolos, solidaridad y antimperialismo, basado en el conocimiento de la historia, en particular de la obra martiana y el ejemplo de los
héroes, mártires, combatientes, personalidades destacadas y líderes de
la Revolución Cubana, y expresado en un comportamiento acorde con
los principios humanistas del socialismo y su participación en actividades estudiantiles.
2. Mostrar una actuación ciudadana en defensa de los derechos estudiantiles y el cumplimiento de sus deberes escolares establecidos en el
reglamento escolar, el ejercicio de la crítica ante la indisciplina social,
discriminación, violencia y corrupción, en su contexto familiar, escolar
y social.
3. Demostrar una concepción científica y moral del mundo en el estudio
de las disciplinas escolares expresada en la aplicación de los adelantos
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de las ciencias, en la interpretación de hechos, objetos, procesos y fenómenos de la naturaleza, teniendo en cuenta la utilización de métodos
de investigación científica y tecnologías de la información y las comunicaciones.
4. Practicar un estilo de vida saludable, mediante la aplicación de medidas higiénicas para evitar enfermedades, accidentes y la promoción y
conservación de su salud, una conducta sexual responsable y con
igualdad de género, así como el rechazo al consumo de drogas, la
prostitución y la explotación, como parte de su preparación para
la vida.
5. Demostrar una proyección sociocultural acorde con el ideal estético
de la sociedad socialista cubana, manifestado en el conocimiento, la
apreciación, la sensibilidad ante lo bello y el bien, en la naturaleza y
las diferentes manifestaciones de la cultura de la humanidad, así como
en su presencia personal y las relaciones interpersonales.
6. Resolver problemas de la escuela y la comunidad, con responsabilidad, laboriosidad, honestidad, honradez, solidaridad, y hábitos de
trabajo, que contribuya a su motivación y preocupación por su futuro
profesional.
7. Comunicarse correctamente con el empleo de diversos lenguajes con
independencia, teniendo en cuenta sus puntos de vista, decisiones personales y colectivas, con interés por la lectura de diferentes tipos de
textos, en diferentes contextos de interacción socioculturales.
8. Demostrar sensibilidad ante el medioambiente, basado en la comprensión de su pertenencia a este, y de los problemas esenciales que
lo afectan en los diferentes ámbitos, la necesidad de la utilización
y conservación de sus recursos, así como los efectos del cambio climático.
9. Demostrar el nivel de responsabilidad alcanzado en la planificación,
ejecución, control y evaluación de las actividades individuales y colectivas que realiza dentro y fuera de sus organizaciones estudiantiles,
expresado en la solución de diferentes tareas, así como en la toma de
decisiones responsables para el logro de su bienestar en interacción con
sus coetáneos.
Onceno grado
Al culminar el segundo año del preuniversitario los educandos deberán
ser capaces de:
18
1. Manifestar sentimientos de amor a la patria, su naturaleza, cultura
y sus símbolos, solidaridad y antimperialismo, basado en la valoración
de la historia, en particular de la obra martiana y el ejemplo de los
héroes, mártires, combatientes, personalidades destacadas y líderes
de la Revolución Cubana, y expresado en un comportamiento acorde
con los principios humanistas del socialismo y su decisión de participar con sus acciones estudiantiles en el desarrollo y la continuidad
de esta.
2. Mostrar una actuación ciudadana en defensa de los principios de
la democracia socialista y el cumplimiento de la Constitución de la
República y sus leyes, la autocrítica y crítica, contra la indisciplina
social, discriminación, violencia y corrupción, en su contexto familiar,
escolar y social.
3. Demostrar una concepción científica del mundo en su vida cotidiana
expresada en la aplicación creadora de los adelantos de las ciencias, en
la interpretación de hechos, objetos, procesos y fenómenos de la naturaleza, teniendo en cuenta sus nexos interdisciplinarios, la utilización
de métodos de investigación científica y tecnologías de la información
y las comunicaciones.
4. Practicar un estilo de vida saludable con influencia en sus coetáneos,
al asumir conscientemente, medidas higiénicas para evitar enfermedades, accidentes y la promoción y conservación de su salud, una
conducta sexual responsable y con igualdad de género, así como el
rechazo al consumo de drogas, la prostitución y la explotación, como
parte de su preparación para la vida individual y la convivencia.
5. Demostrar una proyección sociocultural acorde con el ideal ético-estético de la sociedad socialista cubana, manifestado en el conocimiento, la apreciación, la sensibilidad ante lo bello y el bien, en la
naturaleza y las diferentes manifestaciones de la cultura de la humanidad, así como en su presencia personal y las relaciones interpersonales.
6. Resolver problemas de la escuela, la comunidad, y la sociedad, en los
que evidencie responsabilidad, laboriosidad, honestidad, honradez,
solidaridad, hábitos de trabajo y una mentalidad de productores en
función del desarrollo sostenible de la sociedad cubana, que contribuya a la preocupación por su futuro profesional en función de las necesidades sociales e intereses individuales.
7. Comunicarse con el empleo de diversos lenguajes, y al menos una
lengua extranjera, con creatividad e independencia, defendiendo sus
puntos de vista, decisiones personales y colectivas, así como ejercien19
do la crítica y la autocrítica con fines constructivos, mostrando especial
interés por la lectura de diferentes tipos de textos, en diferentes
contextos de interacción socioculturales.
8. Demostrar una actitud responsable ante el medio ambiente, basado en
la comprensión de su pertenencia al mismo, sensibilidad ante los problemas esenciales que lo afectan en los diferentes ámbitos, la utilización
y conservación de sus recursos para el desarrollo sostenible, así como
las vías de mitigación y adaptación al cambio climático.
9. Demostrar el nivel de independencia y responsabilidad alcanzado en
la planificación, ejecución, control y evaluación critica de las actividades individuales y colectivas que realiza dentro y fuera de sus organizaciones estudiantiles y políticas, expresado en la solución de
diferentes tareas y situaciones problemáticas de la vida cotidiana, así
como en la toma de decisiones para el logro de su bienestar, integración
al colectivo y la elaboración de su proyecto de vida.
20
Características del desarrollo de la personalidad
del educando de Preuniversitario
El educando que cursa estudios preuniversitarios es un adolescente
cuya edad oscila entre los 15 años y los 18 años, coincidiendo con el criterio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Su personalidad se desarrolla, generalmente, en una situación social
caracterizada por reiterados cambios y mayores exigencias con respecto
a la formación de las nuevas generaciones, lo cual se fundamenta con la
idea de que en la sociedad cubana, por más de dos décadas, se vienen
produciendo continuos cambios económicos y sociales que repercuten
sobre el propio adolescente y los contextos escolares, familiares y comunitarios donde este se desarrolla. En el ámbito educacional en particular,
habría que tener en cuenta los cambios que se han producido en el nivel
educativo anterior.
En esta etapa culmina, en lo fundamental, el desarrollo de la personalidad, aunque esta continúa su proceso de cambios y transformaciones
durante toda la vida.
En cuanto a lo biológico, en esta etapa, están próximas a concluir las
principales transformaciones en el orden anatomofisiológico en ellos se
han venido produciendo cambios que impactan en su subjetividad y comportamiento, manifestándose especialmente en la esfera de la sexualidad.
Por otra parte, la sociedad le asigna al adolescente una serie de deberes
y derechos que debe enfrentar: posee derechos electorales, puede contraer
matrimonio, adquiere responsabilidad penal, se incorpora a la defensa de
la patria, incluso puede iniciar su vida laboral. Todo esto hace que tenga
que comportarse con mucha mayor autonomía, madurez y responsabilidad.
El educando es consciente de estas exigencias y en sus condiciones internas aparece la necesidad de determinar su lugar en la vida,
estrechamente vinculada a la preocupación por el futuro, que se convierte en la tendencia fundamental de esta etapa, en la que este no solo sueña
21
con el futuro, sino que comienza a actuar para lograr sus propósitos; debe
seleccionar y asimilar una profesión que garantice el camino de su vida,
lo que se constituye en un verdadero acto de autodeterminación.
Con el análisis de la interrelación entre lo externo y lo interno es evidente la importancia que adquieran la formación vocacional y la orientación profesional como actividades que garantizan la preocupación para el
futuro y con ella, el desarrollo de la personalidad.
En esta etapa del desarrollo se consolida el pensamiento conceptual-teórico que es propio de la adolescencia. De tal manera, es común el interés
por la solución de problemas cognoscitivos generales y por la formación
de los valores morales e ideológicos, dada la necesidad de autodeterminación y la aspiración a elaborar una concepción del mundo propia, la cual
es considerada por muchos autores como neoformación, característica que
distingue a esta etapa.
La concepción del mundo constituye una formación psicológica que
integra un conjunto de conocimientos y valoraciones sobre distintas esferas de la vida y actividad del hombre (sobre la ciencia, la técnica, el arte,
la política, la moral, etcétera), así como sobre sí mismo y su actuación, en
correspondencia con los puntos de vista, juicios y opiniones que se ha
formado. Es por ello, que la concepción del mundo es propiamente un
sistema de convicciones, dada la necesidad que tiene el educando en esta
etapa de conocer el mundo que le rodea y comprenderse a sí mismo, para
poder determinar su lugar en la vida, de ahí la trascendencia de su atención
pedagógica.
En este proceso se transforma la esfera afectivo-motivacional del adolescente como una característica compleja de la personalidad que sirve de
apoyo junto con el sentido de la vida que asume a la regulación del comportamiento, es decir, al proceso de autodeterminación del comportamiento. Todo esto está muy vinculado además al de selección de la futura
profesión.
Lo anterior coloca al educando en una posición ventajosa a la hora de
adquirir las habilidades necesarias para una actividad intelectual más
profunda y autorregulada, lo que significa una actuación más consciente
y activa en sus procesos de aprendizaje, expresados en las posibilidades
para problematizar, reflexionar, deducir, planificar, generalizar y, sobre
todo, mostrar mayor independencia en la adquisición de los conocimientos,
y la relación de estos con su vida social futura. Las diferentes disciplinas
que conforman el currículo caracterizadas por su elevado nivel de abs22
tracción y generalización, deben buscar niveles de integración intermaterias que estimulen el desarrollo y la formación de estos procesos, que
faciliten el análisis reflexivo, crítico, creativo y valorativo del mundo,
objeto de estudio, en toda la diversidad y complejidad que le caracteriza.
Como antes se señaló, también tiene lugar un intenso proceso de reestructuración de la esfera motivacional. Durante la adolescencia, aumenta
la complejidad de los motivos que intervienen en la regulación de su
conducta. Es muy importante en esta edad la necesidad de independencia,
de orientación sobre la sexualidad en general, de autoafirmación y de
conformación de una identidad personal, así como de recibir preparación
y alcanzar los conocimientos necesarios.
Los principales motivos de la adolescencia se forman como tendencias
orientadoras, mediante las cuales se otorga un sentido personal a todo lo
que se hace. Gracias al sistema de relaciones e interrelaciones que establece el adolescente durante esta etapa, bajo los efectos de las influencias
que recibe, se van consolidando sus aspiraciones e ideales en correspondencia con la concepción del mundo asimilada; se definen sus intenciones
profesionales.
También se caracteriza por la búsqueda de una posición en el mundo
adulto, donde el estudio y la obtención de una profesión pueden convertirse en la cuestión central, al igual que la búsqueda de relaciones interpersonales más amplias, entre ellas las relaciones afectivas sexuales,
manifestando mayor estabilidad en sus relaciones de pareja. No piensan,
en su mayoría, en la constitución de su futura familia, aunque aquí hay
un sesgo de género, las muchachas suelen tener aspiraciones a más largo
plazo, todo lo que les permite defender sus opiniones y puntos de vista
acerca de la realidad que les rodea y adoptar una determinada postura
hacia ella en el proceso de autorregulación del comportamiento.
A su vez, constituyen actividades significativas para el educando de
este nivel el interés por obtener un trabajo, la participación en agrupaciones, el empleo de su tiempo libre y su recreación.
Cobra entonces un sentido real, la autodeterminación, toda vez que el
educando se encuentra próximo a elecciones trascendentales para su vida;
por esto la búsqueda de un objetivo y de un sentido de la propia existencia
se convierte en un problema actual que lo moviliza hacia el futuro. El
adolescente puede definir ideas más precisas acerca del sentido de su vida,
que toman cuerpo en los propósitos que elabora conscientemente sobre lo
que quiere y puede ser, una vez graduado, donde, además, se involucran
23
los valores ya formados en él. Todo ello le permite la estructuración de
proyectos de vida, que en su conjunto representan la conformación de lo
que desea alcanzar, así como sus posibilidades para lograrlo.
Esta etapa de la vida se caracteriza también por la búsqueda constante
de nuevas relaciones que le permitan el encuentro consigo mismo, como
expresión de las necesidades de emancipación que experimenta en relación
con los adultos. Existe un consenso generalizado de que, durante la adolescencia, el grupo de iguales cobra un sentido para su vida. Este aspecto
tiene mucha vigencia en las prácticas educativas modernas, donde los
grupos constituyen un elemento mediador del aprendizaje, mediante el
cual se pueden lograr determinados niveles de integración y coherencia
en las acciones y los fines formativos de carácter grupal y/o individual.
La expresión constituye el fundamento básico para el desarrollo de la
autodeterminación, en tanto les permite establecer un proceso de diferenciación en relación con los otros; definirse y comprometerse en los diferentes entornos de la cotidianidad con determinadas convicciones,
responsabilidades, atribuciones y derechos: a optar, a dar y a recibir, a
discrepar y arriesgar de manera independiente en igualdad de condiciones
con los otros, como expresión de haber alcanzado la satisfacción de sus
necesidades esenciales.
Estos se comunican con sus iguales, sus compañeros de preuniversitario, sus educadores, otros adultos, su familia, y más en general con otros
grupos sociales e instituciones donde se desempeñan con comportamientos formales o informales, son peculiares sus preferencias comunicativas.
En muchos temas prefieren la comunicación con la familia, con la madre
más que con el padre, y también con sus amigos, sin embargo, no satisfacen con sus adultos todas sus necesidades de comunicación; tampoco en
la institución educativa ven satisfechas esas necesidades.
Los educandos pueden acceder a diferentes fuentes de información más
allá de las promovidas por la institución educacional, en especial mediante internet y las nuevas tecnologías de la comunicación y la información;
eso les lleva a realizar actividades que ocupan su tiempo pero amplían su
visión de la sociedad y del mundo, lo que realizan con creciente determinación, su educación hacia el trabajo, disciplina laboral, responsabilidad,
etcétera. Se debe considerar también sus experiencias hacia el mundo
laboral, tanto las propias como las adquiridas en su familia; reconocer que
los jóvenes arriban a la edad laboral con un panorama más complejo,
aspecto que ha sufrido cambios en la última generación.
24
Puede señalarse que algunas de las actividades que desarrollan en su
tiempo libre no son relacionadas con la institución educativa, se realizan
muchas veces en otras instituciones sociales y agrupaciones informales.
Esta es la etapa en que razonan sobre la trascendencia espiritual, la
religiosidad y sus relaciones con agrupaciones religiosas.
En la situación social actual del desarrollo se debe tener en cuenta las
polémicas ideológicas actuales de la sociedad cubana, en las cuales el
educando debe argumentar con fundamentos, tomar posiciones, implicarse activamente; sin embargo, las valoraciones que realiza y el compromiso emocional que asume un adolescente ante la sociedad cubana y las
principales tareas de la Revolución serán decisivas para su comportamiento social ulterior, de ahí la importancia de considerar, en la educación, su
compromiso de participación social y, a la vez, la satisfacción de sus aspiraciones personales.
Otro aspecto significativo es el consumo cultural actual, parte esencial
de la actividad, a veces asociada a lo recreativo, pero de enriquecimiento
humano, en el que se producen nuevas relaciones significativas para muchos adolescentes: escuchar música, ver vídeos, hacer ejercicios, compartir con amigos; en general, se amplían sus intereses. Por otra parte, se
mantienen en algunos de los educandos insatisfacciones en este campo
por no encontrar las ofertas recreativas deseadas. Es significativo señalar
que, en estudios realizados, los educandos actuales manifiestan la no
satisfacción de sus expectativas culturales y de recreación, revelando que
existen dificultades en el acceso a sus actividades deseadas, ofertas insuficientes, etcétera.
En sentido general, el desarrollo que tiene lugar durante esta etapa es
el resultado de los procesos de actividad y comunicación, en los que se
involucra el adolescente, los cuales le permiten alcanzar mayores niveles
de autoconciencia, autovaloración y autoevaluación de las capacidades y
habilidades adquiridas, en correspondencia con sus principales esferas de
actuación. Así, estos procesos se convierten en elementos orientadores en
la organización, la formación y el desarrollo de la personalidad del educando de preuniversitario.
Debe señalarse, además, que en esta etapa el educando resignifica y
reestructura sus vivencias anteriores y las enriquece; su subjetividad se
hace más compleja.
El conocimiento profundo de las principales características del desarrollo psicológico de los educandos permite diseñar el fin, los objetivos
25
y el contenido esencial de enseñanza de la Educación Preuniversitaria, así
como del sistema de actividades de las instituciones educativas, las que
deben garantizar la participación activa y consciente de estos.
Las regularidades analizadas se presentan como tendencias del desarrollo psicológico, las cuales permiten establecer los límites de las edades. Sin embargo, no se puede desconocer que ellas se expresan en un
sujeto individual, de manera particular e irrepetible, pues dependen de las
condiciones de educación en las que ha transcurrido su vida, de las principales adquisiciones psicológicas logradas en las etapas anteriores y, de
manera muy especial, de la forma en que el educando se ha apropiado de
las influencias externas y ha construido activamente su propia subjetividad.
26
Perfil del egresado
Al concluir los estudios en esta educación, el educando debe mostrar
las siguientes capacidades, convicciones, cualidades y actitudes expresadas en los objetivos generales de este:
• Expresar sentimientos antimperialistas de amor y respeto a su familia,
a la patria, a sus líderes, a los símbolos y atributos nacionales, a su
institución educativa; expresar solidaridad con sus coetáneos, con los
más desvalidos y con las causas justas de la humanidad.
• Manifestar respeto por la Constitución de la República de Cuba, por el
cumplimiento de las leyes y normas jurídicas del Estado y del reglamento escolar, así como el rechazo ante todo tipo de corrupción e ilegalidad.
• Resolver problemas docentes y de la vida cotidiana, referidos a los
contextos escolar, familiar y comunitario de manera independiente,
creadora, e interdisciplinar, aplicando para ello conocimientos, habilidades, métodos, procedimientos, técnicas e instrumentos científicos,
y las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.
• Poseer una conducta responsable en la prevención de accidentes, de
enfermedades, en las relaciones interpersonales, especialmente,
manifestando una sexualidad responsable y con equidad de género.
Mantener también correctos hábitos de alimentación y de práctica de
ejercicios físicos.
• El rechazo al consumo de tabaco, alcohol y otras drogas, así como
a cualesquiera de las formas de manifestación de la violencia y
discriminación basada en prejuicios de género, orientación sexual,
patologías o discapacidad, creencias religiosas, origen étnico, en sus
diferentes contextos de actuación.
• Poseer sensibilidad, conocimientos y criterios valorativos sobre las
diferentes manifestaciones del arte universal, nacional y local.
27
• Ser asertivo en las relaciones y la comunicación con sus compañeros,
sus profesores, familiares, con personal de otras instituciones y personas de otras edades, con tacto, respeto y satisfacción mutua en
diversos contextos sociales, en especial en el seno de la familia, las
instituciones educativas y laborales donde realiza sus actividades
curriculares.
• Poseer un proyecto de vida adecuado a sus motivos, intereses, posibilidades reales y las necesidades sociales de su comunidad, que incluye
la continuidad de sus estudios en un centro universitario con vista a
lograr una profesión que le permita su realización personal y el aporte,
con sus capacidades, al desarrollo sostenible de la sociedad socialista
cubana, la integración latinoamericana y al resto de los pueblos necesitados del mundo.
• Expresarse de manera comprensible y correcta en otras lenguas, y
en especial en la lengua inglesa, tanto de manera oral como escrita, en
la cual comprende y utiliza textos de mediana complejidad con valoraciones y posiciones críticas acorde con los diferentes contextos
curriculares y comunitarios donde se inserta, así como en los medios
de comunicación masiva. Debe ser capaz de producir textos empleando de manera eficiente reglas ortográficas y de caligrafía, como vías
que les permita manifestar sentimientos, emociones, proyectos y estilos de vida, puntos de vista, convicciones, valoraciones acerca de sí
mismos y del mundo en que viven, entre otras expresiones.
• Mostrar sensibilidad por los problemas ambientales y respeto hacia el
medio ambiente, contribuyendo con su actuación al desarrollo sostenible, al adoptar actitudes proteccionistas y de rechazo ante cualquier
forma de maltrato o derroche de sus recursos naturales, humanos y
patrimoniales, con conocimiento de las causas que puedan afectar el
equilibrio de la naturaleza.
• Participar activamente y mostrar cooperación en tareas colectivas, valorando de forma objetiva criterios u opiniones diferentes a los
suyos, así como sustentar una postura personal crítica, constructiva y
reflexiva sobre temas y problemáticas de interés y relevancia territorial,
nacional y mundial, y su implicación responsable y comprometida en
soluciones a su alcance.
• Utilizar métodos y técnicas de estudio activo e investigación científica
que les permita un desempeño autónomo y creativo en el desarrollo de
proyectos y tareas individuales y grupales.
28
• Demostrar en su vida cotidiana en interacción social, una concepción
científica del mundo y del desarrollo histórico de la humanidad con
autodeterminación, sentido de la vida y la elaboración de proyectos
profesionales futuros, manifestándolo en la elaboración de puntos de
vista a partir de la valoración dialéctica reflexiva y crítica de hechos,
personalidades, objetos, procesos y fenómenos de la naturaleza, la
sociedad y el pensamiento, asumidos como un todo íntegro y complejo que comprende al ser humano y la vida social.
29
Concepción curricular y grada curricular
El currículo se entiende como el sistema de actividades y de relaciones,
dirigido a lograr el fin y los objetivos generales de la Educación General
y particulares de esta educación, es decir, los modos, formas, métodos,
procesos y tareas, mediante los cuales, a partir de una concepción determinada, que sustenta y planifica las intenciones y el plan de acción, propicia la ejecución y evaluación protagónica de la actividad pedagógica
conjunta de docentes, niños, adolescentes y otros agentes educativos, para
lograr la educación y el máximo desarrollo de nuestra nueva generación.
La concepción curricular de la escuela cubana en esta etapa se
caracteriza por su carácter integral, flexible, contextualizado y participativo.
Integral, porque habrá de dar respuesta en primer lugar, a las aspiraciones de formar multilateralmente y armónicamente a cada educando, lo
que ha de considerarse en la organización del contenido de educación que
se seleccione en el currículo, así como en la variedad de formas de organización del proceso educativo, con el objetivo de propiciar el desarrollo
de sus potencialidades en las diferentes áreas que conforman su personalidad, según las particularidades de las edades. Los contenidos habrán de
incluir conocimientos, habilidades, sentimientos, valores, actitudes, desde
una óptica desarrolladora.
Flexible, porque ante los cambios acelerados en el orden económico,
social y cultural, y para lograr cierta estabilidad, eficiencia y calidad, los
currículos deben adaptarse a las nuevas exigencias y condiciones. Se
necesita la incorporación de los resultados científicos más relevantes de
la práctica educativa y la respuesta a las nuevas necesidades que surjan.
Por otra parte, se requiere modificar métodos y estilos en la labor educativa que favorezcan la interdisciplinariedad e intersectorialidad.
30
Para lograr la flexibilización y atención a la diversidad se hace necesario entonces: realizar cambios en la organización escolar de las instituciones educativas; crear nuevos espacios curriculares; reorganizar los
horarios docentes y extradocentes; implementar los programas complementarios; la atención diferenciada e individual y el desarrollo de otras
actividades educativas, académicas, culturales, deportivas, recreativas y
laborales que enriquezcan el currículo.
Contextualizado, porque ofrece la posibilidad de que los protagonistas
principales de la puesta en práctica del currículo, educadores y educandos
en general, asuman colegiadamente el fin, los objetivos y las exigencias
del contenido de la educación, de manera que, a partir de sus condiciones
contextuales y de los niveles de desarrollo alcanzados, puedan proyectar
de conjunto las metas y los procedimientos que la sociedad demanda de
las instituciones educativas en la actualidad.
La principal característica de un currículo contextualizado es el
vínculo estrecho con la vida, y la realidad en que se desarrollan los educandos, su contexto escolar, social, familiar y comunitario. El contenido
ajustado a las condiciones y características de la localidad adquiere mayor
riqueza para la conformación de las cualidades, los valores, las normas,
los sentimientos, y el desarrollo del pensamiento, las actitudes y otras
cualidades de la personalidad de los educandos. Todo esto mediante la
inclusión de lo local en los contenidos, y de actividades como: sociedades
científicas, proyectos productivos, sociales, culturales y técnicos y otras
actividades socioeducativas.
Participativo, por la forma en que se elabora; por los criterios, las
opiniones y propuestas que se recogen; en ambos casos a todos los actores
del proceso educativo se les deben ofrecer amplias oportunidades de
aportar, reflexionar y actuar tanto en la concepción como en el desarrollo
y la evaluación del currículo. Esto permitirá conocer las necesidades y
demandas sociales a nivel general y local de sectores tradicionalmente
poco involucrados en el quehacer educativo, comprometiéndolos con la
transformación curricular en correspondencia con esas demandas.
El currículo tiene dos componentes: el currículo general y el institucional.
El currículo general es común para todas las instituciones educativas,
al ser elaborado por el nivel central. Contiene los componentes principales en que se desarrolla el proceso de formación. Expresa el fin y los
31
objetivos de la educación, considerados como demandas sociales del
momento histórico concreto que vive el país; expresa la función social
que debe alcanzar la institución, la modalidad educativa, el plan de estudio, los programas de las asignaturas y las formas de organización del
proceso educativo.
Tiene como finalidad la determinación del nivel común que la institución o modalidad educativa debe garantizar a todos los educandos sin
distinción. El currículo general es competencia del Ministerio de Educación, que debe garantizar la unidad del Sistema Nacional de Educación y
el tránsito de los educandos por el mismo.
El currículo institucional contiene el sistema de actividades y de relaciones consideradas por las instituciones educativas para contribuir a la
formación integral básica que debe tener un egresado de este nivel. Concreta y contextualiza el currículo general, atendiendo a las condiciones
educativas particulares y las potencialidades de la comunidad.
Es conformado por la institución educativa con la participación de
todos los factores del entorno que influyen sobre la formación de los educandos y se concreta en el proyecto educativo institucional, cuyo núcleo
lo constituye el currículo institucional.
Los elementos distintivos del proceso de construcción del currículo
institucional son los siguientes:
• Las interrelaciones entre el currículo general, el institucional y el proyecto educativo.
• La determinación de los problemas generales y locales.
• Procederes para la determinación de los problemas generales y locales
como contenido del currículo institucional.
• Identificación de todo tipo de potencialidades.
• Consideración de todos los agentes y las agencias que intervienen
en el acto educativo, en la determinación de los problemas generales y locales y su participación activa en el diseño y realización de
las actividades (docentes, directivos, educandos, familia y comunidad).
Como condición previa debe considerarse un diagnóstico del nivel real
de entrada de los educandos al pasar de grado, sus necesidades e intereses,
así como del nivel de preparación y potencialidades de los educadores,
profesores, directivos, familiares y agentes comunitarios.
32
Este diagnóstico debe considerar todas las esferas de la conformación de la personalidad de los educandos, así como las características de
los agentes que intervienen en su formación, o sea, una caracterización
de la institución, de las familias y del entorno comunitario, con el objetivo de identificar los problemas y utilizar las potencialidades que este
ofrece para el mejor desarrollo del proceso educativo, de manera que se
posibilite su participación e implicación en el diseño del currículo a este
nivel.
Grada curricular
En la grada curricular se integra el sistema de áreas culturales, disciplinas, asignaturas y otras actividades complementarias, organizada en
grados y con una determinada secuencia lógica temporal.
Las áreas culturales en este currículum las integran un conjunto de
disciplinas afines por su naturaleza, que posibilitan una mayor coherencia
de las relaciones interdisciplinarias. La organización de las áreas culturales ha adquirido una gran importancia en la práctica escolar, por su trascendencia en la organización del claustro docente en àreas del
conocimiento. El principal criterio debe ser la afinidad en los contenidos
de las diferentes disciplinas que la integren.
El modelo que se sugiere podrá ser utilizado por las instituciones educativas de forma flexible, atendiendo a sus realidades, fundamentalmente la cobertura de docentes de que disponga.
La variante propuesta permite lograr un mejor equilibrio y coherencia
entre las disciplinas de las áreas culturales, a partir de conocimientos y
habilidades compartidos.
En el caso de las asignaturas constituyen el nivel de organización de
las actividades docentes donde se concreta el diseño del proceso educativo de las disciplinas. Su duración temporal puede abarcar un semestre
o un curso completo, y tienen un carácter obligatorio para todos los
educandos.
Las asignaturas en este modelo curricular están constituidas, atendiendo a la diversificación de las ciencias y las esferas de la cultura de la humanidad.
En la grada curricular que se propone para el preuniversitario se considera como una fortaleza la creación del área de Artes y Lengua, aligerándose la de Ciencias Sociales. Así se logra mejor equilibrio y coherencia
33
entre las disciplinas de las áreas culturales, a partir de conocimientos y
habilidades compartidos.
Estos cambios permiten dedicar más tiempo a la flexibilización y
contextualización del currículo, ofreciendo al educando la posibilidad de
seleccionar las actividades complementarias que más les interesen, y
buscando más participación de la familia y la comunidad.
La propuesta de este plan de estudio se aplicará a los diferentes tipos
de preuniversitarios que incluye la Escuela de Militares “Camilo Cienfuegos” (EMCC), el Instituto Preuniversitario Vocacional del Minint y las
instituciones deportivas.
Asignaturas
Áreas y Disciplinas
CURRÍCULO
GENERAL
10.o
11.o
12.o
Total
Sem
h/c
f/s Sem h/c f/s Sem h/c f/s
Historia
37
111
3
37
111
3
37
185
5
407
Cultura Política
37
74
2
37
111
3
37
74
2
259
Defensa Civil
18
36
2
˗
˗
˗
˗
˗
˗
36
Literatura y Lengua
37
148
4
37
148 4
37
185
5
481
Idioma Extranjero
37
111
3
37
74
2
37
74
2
259
Cultura Artística
20
36
2
˗
˗
˗
˗
˗
˗
36
Matemática
37
185
5
37
185 5
37
185
5
555
Física
37
111
3
37
111
3
37
111
3
333
Informática
37
74
2
37
74
2
37
74
2
222
Biología
37
74
2
37
111
3
37
111
3
296
Geografía
37
74
2
37
74
2
˗
˗
148
Química
37
111
3
37
111
3
37
111
3
333
Educación Física
37
74
2
37
74
2
37
74
2
222
Ciencias Sociales
Artes y Letras
Ciencias Exactas
Ciencias Naturales
Subtotal
34
1219 35
37 1184 32 37 1184 32 3587
CURRÍCULO
INSTITUCIONAL
Actividades complementarias 37
185
Total general
1404 40
37
5
37
296 8
37
296 8
777
37 1480 40 37 1480 40 4364
Explicaciones necesarias
Para los institutos preuniversitarios vocacionales de ciencias exactas
(IPVCE), se señala lo siguiente:
• como parte de las actividades complementarias se desarrollarán cursos
facultativos en las asignaturas de ciencias (Matemática, Física, Biología,
Química y Geografía), incorporando contenidos de mayor rigor, en
correspondencia con los agrupamientos parciales y los intereses profesionales de los educandos;
• los cursos complementarios optativos estarán dirigidos en lo fundamental al aprendizaje de las ciencias, además de tener en cuenta los
intereses profesionales de los educandos y se generalizará la enseñanza de las lenguas extranjeras con énfasis en el inglés, el francés y el
ruso;
• se favorecerá un mayor desarrollo de la enseñanza práctica y experimental, así como la actividad investigativa de los educandos;
• se perfeccionará el trabajo de las sociedades científicas estudiantiles,
generándose espacios que aseguren su adecuado funcionamiento, así
como la preparación en nociones elementales de la actividad investigativa; y
• cumplimentar la grada curricular de manera flexible y en correspondencia con el currículo institucional, realizándose los ajustes necesarios
que permitan desarrollar al máximo las potencialidades de cada educando, válido para el resto de los preuniversitarios de otros organismos
o centros formadores.
El currículo institucional permitirá desarrollar la orientación educativa
en los talleres educativos, la formación laboral mediante la actividad
laboral y otras labores socialmente útiles, los cursos complementarios,
los proyectos sociales, culturales y técnicos, el deporte para todos, las
sociedades científicas estudiantiles, los colectivos de monitores, debate y
reflexión, la participación en las estrategias de desarrollo territorial
35
y contribuir a la solución de problema del contexto donde radican las
instituciones y otras actividades complementarias.
A continuación se caracteriza cada uno de estos tipos de actividades
del currículo institucional:
Las actividades laborales son el principal medio para lograr la formación laboral de los educandos. Este es un proceso también de transmisión
y adquisición de conocimientos, habilidades, procedimientos y estrategias
que necesitan para analizar, comprender y dar solución a los problemas
de la práctica social y que están encaminados al saber, al saber hacer y
al cómo hacerlo, orientado por los contenidos de las asignaturas que reciben en el grado y el sistema de valores adquiridos, tanto en las clases
como en la experiencia cotidiana; esta actividad debe planificarse con
antelación y deben participar todos los educandos.
Estas actividades además tienen, como objetivo, propiciar que los educandos reconozcan que el trabajo es la única fuente de creación de las
riquezas materiales y espirituales, lo cual contribuirá a ir formándoles una
conciencia de productores, expresada en el amor al trabajo, y la formación
de intereses vocacionales para la elección consciente de una carrera universitaria.
Se organizan según el lugar donde esté ubicada la institución educativa y las necesidades de esta y la comunidad, considerando entre ellas: la
participación en el Plan la escuela al campo según demanda territorial,
la vinculación a las áreas de autoabastecimiento y el trabajo socialmente
útil, al menos tres horas semanales.
Para la determinación de estas actividades se podrán utilizar variantes
laborales donde los educandos trabajarán en el establecimiento y la atención
a los jardines martianos, parcelas productivas, canteros de plantas medicinales, viveros de plantas frutales, maderables, ornamentales y forestales;
en el mantenimiento de la base material de estudio, del mobiliario, y el
autoservicio; en la eliminación de microvertederos y el mantenimiento de
la limpieza en los alrededores de las instituciones educativas.
También se realizarán convenios con las instituciones existentes en el
consejo popular y la comunidad para la visita e incorporación de los educandos a organopónicos, huertos intensivos o parcelas de autoconsumo y
fincas de plantas medicinales, para realizar labores de destrucción focal,
de reforestación y atención a los bosques martianos, de mantenimiento y
conservación del medio ambiente.
El trabajo socialmente útil propicia la participación protagónica de los
educandos en las labores de higiene y embellecimiento de esta, de áreas
36
verdes, parques, jardines, atención a tarjas y monumentos, labores artesanales e industriales, reparación de libros, mesas y sillas, confección de
murales y laminarios escolares, entre otros.
El taller educativo es el espacio de orientación educativa que coordina
el profesor guía del grupo, en coordinación con el colectivo pedagógico
del mismo, la dirección de la FEEM, del grupo y la familia. En este se
proyecta y da seguimiento, control y evaluación al proyecto educativo del
grupo con el protagonismo estudiantil. Esta actividad debe estar planificada con dos h/c mensualmente en el horario escolar.
Los cursos complementarios optativos están destinados a garantizar
una atención diferenciada a los educandos para el cumplimiento de los
objetivos del nivel: ampliar y profundizar en los diversos contenidos del
plan de estudio u otros aspectos para su formación integral; contribuir a
la mayor estimulación cognoscitiva; motivar el estudio y desarrollar habilidades para el trabajo independiente. De esta manera complementan el
contenido principal del nivel educativo y ofrecen espacio para el tratamiento de programas de importancia local, de orden social; el tratamiento a los talentos para su participación en concursos de conocimientos y
habilidades, y otras necesidades e intereses de los educandos para lo que
se sugiere dos h/c semanales.
Estos cursos serán diseñados atendiendo a las necesidades y propuestas
de los educandos, los padres, los profesores y miembros de la comunidad,
en correspondencia con los objetivos de cada grado; pueden proponerlos
los educandos de manera individual o grupal, de acuerdo con sus necesidades, intereses culturales y profesionales, inquietudes científicas y de
profundización de determinados contenidos de las asignaturas, los cuales
serán colegiados por áreas, disciplinas e instituciones para su realización
de acuerdo con las potencialidades y condiciones de la institución educativa y la comunidad.
Se debe involucrar en su diseño las potencialidades de las instituciones
universitarias, culturales, científicas, de producción y servicios de la comunidad. Se sugiere que se incluyan temas culturales, científicos y tecnológicos, de ampliación o profundización, vinculados a las profesiones
y tradiciones de los territorios, preferentemente con posibilidades para la
realización de actividades prácticas, vinculadas con la solución de los
problemas de la sociedad, con lo cual se refuerza su carácter desarrollador
y educativo.
Cada curso complementario responde al diagnóstico de las necesidades de los educandos y permiten la atención a la diversidad y a todas las
37
formas de equidad. Su diseño se concreta en un programa que tendrá
su título, grado, tiempo de duración, la cantidad de horas (no menos de
20 h/c) y frecuencias semanales, una caracterización general de este con
una breve fundamentación de la necesidad e importancia del curso y su
vínculo con la asignatura, objetivos generales del curso, plan temático con
las unidades y cantidad de horas, objetivos, contenidos particulares de
cada unidad, dosificación, actividades prácticas y actividades evaluativas
sistemáticas y finales de manera cuantitativa, utilizando las formas de
evaluación establecidas, además de la bibliografía.
Los educandos deben cursar al menos uno en cada curso escolar según
sus necesidades y posibilidades, aunque pueden participar en diferentes
cursos que se desarrollen, dada la complejidad de los mismos, siempre
que estén ubicados en distintos horarios.
Una vez elaborado el programa del curso complementario es valorado
en el consejo técnico y aprobado por el director; el metodólogo municipal
le dará el visto bueno. El curso debe quedar registrado en secretaría docente, formará parte de la certificación de estudios terminados y se tendrá
en cuenta en el índice académico del grado, pero no invalida el promover
al grado siguiente.
Este curso se evaluará con actividades sistemáticas con valor de
20 puntos (fundamentalmente evaluando nivel de desempeño), y un
trabajo final de cierre con un valor de 80 puntos, la sumatoria de ambos
será la nota final del curso.
El educando que participe en más de un curso complementario se
tendrá en cuenta la nota más alta entre ellos para el índice académico.
Se sugiere que los cursos complementarios comiencen en el mes
de octubre, de modo que se pueda dedicar el mes de septiembre para la
planificación, organización y la elaboración de convenios con las instituciones científicas, de servicio y productivas del territorio y de la comunidad.
Los cursos complementarios pudieran ser de temáticas variadas como:
un segundo idioma (francés u otros idiomas acorde con el potencial de la
comunidad); tratamiento a ejercicios y problemas, incluyendo la profundización en algún contenido específico, vinculado con las diferentes
asignaturas del plan de estudio; la educación jurídica, económica, sexualidad responsable, informática, entrenamientos y preparación para los
concursos, y otros que se puedan considerar, según las potencialidades
38
con que se cuente y necesidades e intereses de los educandos. En la
selección de las temáticas se debe considerar también las necesidades de
orientación profesional de los educandos, que deberán optar por una
carrera profesional.
En estos cursos deben utilizarse las potencialidades de información de
la biblioteca escolar, de los laboratorios de computación, así como de otras
instituciones comunitarias como, la biblioteca municipal o provincial y
los joven club de computación y electrónica. Igualmente debe potenciarse
el desarrollo de prácticas en los laboratorios de ciencias.
Los proyectos son una forma diferente de trabajar en la institución
educativa, que privilegia la auténtica actividad grupal participativa estudiantil, a partir de interrogantes que los educandos consideren valiosos y
que en buena parte hayan surgido de ellos mismos. Durante el desarrollo
óptimo de un proyecto, los educandos exploran intereses, generan preguntas, organizan su trabajo, gestionan información en diversas fuentes, indagan directamente en la realidad, ponen en movimiento sus concepciones
y metaconcepciones, los confrontan con información nueva y los enriquecen o transforman, comunican resultados, hacen propuestas prácticas,
eventualmente desarrollan acciones de cambio, etcétera.
El trabajo por proyectos favorece la integración de disciplinas y, más
allá, puede incorporar componentes transdisciplinarios vinculados a la
toma de decisiones, el diseño de propuestas y la participación en acciones
sociales. Es un método pedagógico muy extendido a nivel mundial, en el
que un educando o un grupo de ellos realizan una indagación más o menos
profunda de cierto tema en particular. Se caracteriza porque profesores y
educandos realizan trabajo en grupo sobre temas reales, que ellos mismos
han seleccionado de acuerdo a sus intereses para lo que se destinará dos
h/c semanales. El utilizar el aprendizaje basado en proyectos permite:
• La integración de asignaturas, reforzando la visión de conjunto de los
saberes humanos.
• Organizar actividades en torno a un fin común, definido por los intereses de los educandos y con el compromiso adquirido por ellos.
• Fomentar la creatividad, la responsabilidad individual, el trabajo colaborativo, la capacidad crítica, la toma de decisiones, la eficiencia y la
facilidad de expresar sus opiniones personales.
• Que los educandos experimenten las formas de interactuar que el mundo actual demanda.
39
• Combinar positivamente el aprendizaje de contenidos fundamentales y el desarrollo de destrezas que aumentan la autonomía en el
aprender.
• En su desarrollo los educandos adquieren la experiencia y el espíritu
de trabajar en grupo, a medida que ellos están en contacto con el proyecto.
• Desarrollar habilidades sociales relacionadas con el trabajo en grupo,
la cooperación y la negociación, la planeación, la conducción, el monitoreo y la evaluación de las propias capacidades intelectuales, incluyendo resolución de problemas y hacer juicios de valor.
• Satisfacer una necesidad social, lo cual fortalece los valores y compromiso del educando con el entorno.
Los proyectos en el currículo institucional se clasifican por su contenido en tres tipos: proyectos sociales, proyectos culturales y proyectos
técnicos, cuyas particularidades se presentan a continuación:
• Un proyecto social puede ser de acción comunitaria, indagando las
problemáticas que acontecen en el territorio, sobre educación formal y
otros, proponiendo medidas y estrategias de intervención de acuerdo
con las posibilidades del territorio y de los educandos.
• Un proyecto cultural puede tener carácter patrimonial, por ejemplo
los que indagan la historia de la localidad o de personalidades, de carácter artístico, como son: los de expresión y creación artística (música,
danza, plástica, literatura, etcétera), encaminados a la sistematización
y ampliación de los conocimientos sobre el lenguaje artístico y el desarrollo del talento en estos campos.
• Un proyecto técnico puede dedicarse a la aplicación de habilidades
técnicas en la solución de problemas prácticos de la institución o la
localidad, vinculados con labores manuales, como son: la artesanía, el
modelaje, la construcción, la creación de huertos de plantas medicinales, la agricultura orgánica, la reparación de mobiliario escolar, recuperación de equipos e instrumentos de laboratorio o talleres, etcétera.
Las sociedades científicas estudiantiles permiten reforzar la formación
científico-investigativa, iniciada a través de las asignaturas del currículo;
y la formación de intereses vocacionales y profesionales, que contribuyan
a la elección consciente de su futura profesión, se podrán disponer al
40
menos una h/c semanal. Las temáticas que se investiguen serán de libre
elección por parte de los educandos, a partir del banco de problemas de
la institución educativa y el territorio, y de las posibilidades de los profesores para convertirse en tutores, los padres y especialistas de las instituciones de la comunidad y el territorio.
Estos y otras de las actividades complementarias, deben aprovecharse
para que los educandos se incorporen a la actividad científica y de innovación.
Se pueden desarrollar otras actividades en el espacio de actividades
complementarias, tales como: El Deporte Para Todos, los colectivos de
monitores el funcionamiento del Movimiento de Monitores, TV debate,
la información política, en los cuales se informa acerca de la actualización
del acontecer nacional e internacional, el debate político sobre temas de
actualidad política.
Los educandos pueden presentar los resultados de todas estas actividades en diferentes espacios que se deben organizar en las instituciones,
como son: galas culturales, competencias deportivas, concursos de
conocimiento y de monitores, el desarrollo de encuentros de conocimientos entre grupos e instituciones educativas, marchas y otros que a
consideración y creatividad de la institución educativa según las potencialidades y necesidades que cuente.
El currículo de la institución educativa se concreta en la institución, en
cada grupo escolar por medio de los proyectos educativos, revela cómo
debe ser la institución educativa de manera general o el grupo escolar de
manera particular, para cumplir su misión social; parte del diagnóstico
de los contextos y sujetos participantes en la labor educativa e integra
todas sus aspiraciones y las actividades para lograrlas; establece lo que se
desea lograr, el camino para llevarlo a cabo y posibilita en su consecución
un clima democrático, pues se propone hacerlo con un estilo participativo y articulador de todas las potencialidades extraescolares, familiares
y comunitarias.
Se elabora por el colectivo de educandos, de padres y de otros factores
de la comunidad, bajo la convocatoria y el estímulo del colectivo
de profesores, lo que eleva la responsabilidad del director, como principal
docente de la institución educativa y de los guías como principales
orientadores del grupo docente, al ser estos garantes de promover la
flexibilidad, la independencia y la creatividad de dichos colectivos.
41
Concepción del proceso educativo
Los momentos actuales de perfeccionamiento continuo de la educación
requieren transitar hacia niveles superiores en la concepción de un proceso educativo, que garantice la formación integral del ser humano, en
correspondencia con las nuevas condiciones y exigencias en que vivimos,
comprometido con su nacionalidad y su cultura, como se expresa en el fin
y los objetivos generales.
La concepción asumida se sustenta en postulados esenciales del enfoque histórico-cultural, con una visión optimista e integral del ser humano,
como un ente biopsicosocial, sin desconocer su componente biológico,
pues es premisa indispensable, cuyo desarrollo está determinado por la
apropiación de la cultura material y espiritual creada por las generaciones
precedentes. Este se enriquece como resultado de dicha apropiación, como
sujeto de derecho y actor estratégico de su desarrollo personal y social.
En el complejo proceso de formación integral de la personalidad es
sustancial considerar la conjunción dinámica de las condiciones interpersonales o externas y las intrapersonales o internas que producen el
desarrollo de la persona. Esta idea esencial que tiene que ver con el concepto de situación social del desarrollo, determinada por las relaciones
entre el niño y su medio natural y social, que se considera como el momento de partida para todos los cambios que ocurren en el desarrollo del
educando en un período etario determinado, fija de manera completa y
global aquellas formas y la trayectoria, a través de las cuales la personalidad, en su desarrollo, adquiere nuevas propiedades y la comprensión de
cómo lo social se convierte en individual.
Es aquí donde se entrelazan con la situación social de desarrollo, otras
dos categorías, mediante las cuales se pueden también explicar los procesos de desarrollo de la personalidad en su complejidad: el de vivencia o
experiencia emocional y el de zona de desarrollo próximo.
42
El de vivencia, entendida esta como la relación interior del adolescente como ser humano con uno u otro momento de la realidad, pues es el
prisma a través del cual se produce la influencia del medio sobre su desarrollo psicológico. En consecuencia, se debe ser capaz de hallar la
relación entre el adolescente y su entorno, su experiencia emocional, es
decir, cómo conoce, interpreta y se relaciona emocionalmente con cierto
acontecimiento. Como se aprecia, cada vivencia es personal y está muy
vinculada a las necesidades y los motivos, que son los motores del comportamiento.
En ella queda expresada el carácter activo del sujeto en dicho proceso,
así como otra de las categorías del enfoque histórico-cultural, de gran
significación: el principio de la unidad entre lo afectivo y lo cognitivo, que
se comprende como la célula funcional de la personalidad, quedando
expresada de la manera siguiente: el adolescente, de manera selectiva
y activa “refleja”, las influencias externas y “construye” activa y creativamente los contenidos de su subjetividad, proceso en que se sustenta el
camino principal del desarrollo de la personalidad y conquista, por parte
de cada sujeto de la capacidad de autorregular y autodeterminar su comportamiento, en aquellas esferas hacia las que se dirigen sus principales
motivos e intereses.
Los procesos cognitivos permiten que se tenga una imagen de la realidad mediante recuerdos, nociones, conceptos, leyes, teorías, etcétera.
Los procesos afectivos brindan la imagen de cuál es nuestra relación con
la realidad, de cómo ella permite o impide lograr la satisfacción de nuestras necesidades, de ahí la importancia de verlos siempre en unidad.
La zona de desarrollo próximo explica la significativa relación en que
hay que concebir la enseñanza y el desarrollo y formación del sujeto. En
esta relación, que es dialéctica, la enseñanza orienta y dirige el desarrollo,
sobre la base del conocimiento de las particularidades de los educandos
en cada nivel etario de su desarrollo, pues se toman en cuenta las regularidades del propio desarrollo, como un producto de la instrucción, de la
actividad y de la comunicación del educando en dicho proceso. Ello devela el significativo papel de la educación, en el proceso de la conformación
de la personalidad, a partir de una concepción optimista y responsable de
su desarrollo.
Los elementos anteriores constituyen fundamentos teóricos esenciales en los que descansan las nuevas proyecciones que se deben considerar
en la conducción del proceso educativo, en general y, en particular, del
43
proceso educativo. Esto exige del docente un conocimiento profundo de
las particularidades del desarrollo psicológico, según los momentos y las
etapas en que este transcurre, elemento imprescindible para diseñar los
profundos cambios a los cuales se aspira, en cuanto a sus fines, objetivos
y demás componentes del contenido educativo.
En un contexto de enseñanza desarrolladora se asume que:
El aprendizaje es el proceso de apropiación por el educando de la cultura, bajo condiciones de orientación e interacción social. Hacer suya esa
cultura, requiere de un proceso activo, reflexivo, autorregulado, mediante el cual aprende, de forma gradual, acerca de los objetos, procedimientos, las formas de actuar, las formas de interacción social, de pensar, del
contexto histórico-social en el que se desarrolla y de cuyo proceso dependerá su propio desarrollo.2
Mediante la apropiación activa de la cultura y en interrelación social
con los demás, el sujeto logra su autodesarrollo, es decir, convierte en
cualidades personales la cultura que caracteriza la sociedad donde vive.
El contenido de enseñanza de las diversas asignaturas es portador de
dicha cultura, que adecuada pedagógicamente, el educando habrá
de aprehender como parte fundamental de su preparación para la vida y
a la que aportará como resultado de su enraizamiento en ella.
Desde estas exigencias de aprendizaje se expresa que: en el contexto
escolar la enseñanza y el aprendizaje constituyen un proceso de interacción e intercomunicación de varios sujetos, ya que se dan en un grupo,
en el cual el docente ocupa un lugar de gran importancia como pedagogo
que lo organiza y conduce. Sin embargo, no se logran resultados positivos
sin el protagonismo pleno de sentidos personales, la motivación, la responsabilidad y la actitud del educando y del grupo, este último con una
gran fuerza educativa que el educador debe saber aprovechar en cada
educación.
Ambos procesos no ocurren de modo independiente, sino que forman
una unidad, por lo que no deben atenderse aisladamente ni tampoco en
relaciones bilaterales, sino constituyendo un verdadero sistema. El proceso educativo es comunicativo por su esencia, considerando que todas las
influencias educativas, que en él se generan, a partir de las relaciones
humanas que se establecen en el proceso de actividad conjunta, se producen en situaciones de comunicación.
2
ICCP: Un modelo para el desempeño profesional del docente de preuniversitario,
2008, p. 18.
44
En el orden didáctico y metodológico se utilizarán, además, las potencialidades del entorno escolar, de la familia y la comunidad, es decir,
la contribución de los diferentes agentes y agencias socializadoras al
proceso educativo y se dirigirá a favor de la formación de cada educando,
con la implicación sentida y corresponsable de todos estos factores.
Este sistema de influencias se materializa en el proceso educativo, que
es el momento integrador de todos los influjos; el complejo proceso del
aprendizaje implica a la personalidad como un todo integrado y abarca
sus diversas esferas: afectiva, cognitiva, motivacional, volitiva, reguladora y del desarrollo físico.
Se enfatiza que sus derivaciones van, más allá de los aspectos cognitivos e intelectuales, lo cual incide de forma particular en la persona, sus
sentimientos, necesidades, motivos, aspiraciones y tiene lugar en la institución educativa o fuera de esta. No caben dudas de que la educación es
la fuerza motriz del desarrollo humano.
Resulta imprescindible partir de un análisis profundo del proceso
educativo que transcurre actualmente en las instituciones educativas. Aunque se aprecian avances, todavía prevalece cierta tendencia a
que los educandos aprendan, principalmente, de forma reproductiva, observándose que no son suficientes los espacios dedicados a los
procesos reflexivos, críticos y valorativos de los conocimientos que
aprenden, así como a su aplicación y significado para su vida, en sentido
general.
Lo anterior es consecuencia del hecho de que continúa predominando
la separación de los procesos instructivos de los educativos, sin aprovechar
suficientemente las posibilidades que brindan, tanto el contenido de las
asignaturas como el proceso en sí mismo, a fin de influir en la formación
de sentimientos, intereses, motivos, orientaciones valorativas y de otras
cualidades de la personalidad, tendencia que se aprecia también en la
forma en que se orienta y evalúa el proceso educativo.
En los momentos actuales, caracterizados por el creciente desarrollo
de las ciencias y de la tecnología, la escuela habrá de ser un espacio que
estimule a los educandos en la formación de una cultura informática
que permita poseer habilidades básicas para la utilización de la informática como apoyo a las diferentes actividades que realizan, utilizando la
búsqueda, procesamiento y presentación eficiente de la información,
mediante las herramientas técnicas y el conocimiento básico de las
ciencias que la conforman. También les permita interpretar la realidad
que les rodea y los mensajes que reciben de diferentes ámbitos, a ser
45
capaces de comprender su lugar en la sociedad para contribuir con el
protagonismo imprescindible, a su transformación y mejoramiento, en
aras del bienestar individual y colectivo.
Lograr las aspiraciones en la dirección del proceso educativo requiere,
además, el análisis del contexto sociocultural en que se desenvuelven los
educandos. Esto obliga a contar con un diagnóstico profundo e integral
de cada uno de ellos, con la comprensión y corresponsabilidad de la
familia, lo que permitirá que el docente disponga de un grupo de expectativas mucho más objetivas sobre cada uno de sus educandos. Consecuentemente, les facilitarán actuar con enfoque preventivo en su
formación, así como en la solución justa de los conflictos escolares,
tomando en cuenta que las deficientes relaciones interpersonales afectan,
sin dudas, su aprendizaje y formación.
Estas particularidades apuntadas reflejan la importancia de que los
profesores analicen y estudien en profundidad la caracterización del desarrollo psicológico de las edades de sus educandos, incluso de las educaciones precedentes, pues les ofrece, una visión holística de cómo ha
debido transcurrir el proceso de formación integral de sus educandos.
Fundamental, además, en la realización del diagnóstico inicial, continuo
y dinámico de cada uno de sus educandos y del grupo escolar en su conjunto, punto de partida, de seguimiento y de constante evaluación y actualización del desarrollo, alcanzado en las esferas afectivo-motivacional,
cognitiva y reflexivo-reguladora de la personalidad.
Es base orientadora, como resultado del diagnóstico, para producir
un proceso educativo que estimule el máximo desarrollo posible de
las potencialidades de cada educando, o sea, desde lo que ha construido
internamente a lo largo de su vida en interacción con su medio y a favor
del alcance de las nuevas adquisiciones, propias de la edad juvenil, que
se manifiestan de manera diferente, en cada uno de ellos.
Con respecto a sus profesores, la aceptación por parte del adolescente,
depende de sus cualidades personales y estilos de comunicación, basados
en el diálogo y también, de su competencia profesional. No solo ejerce
influencia en los educandos los conocimientos que posea el docente, sino
también su personalidad, la fortaleza de su espíritu. De ahí el valor de su
ejemplo para instruir y educar debidamente.
La relativa independencia de criterios, como resultado de la capacidad de autodeterminación de los educandos, se constituye en elementos
mediadores fundamentales para que estos logren enraizarse en la cultura,
46
en cooperación con los coetáneos. Mediante esta relativa independencia
los educandos hacen suya la cultura, sobre la base de lo que les aporta el
contenido esencial y los métodos de las diversas asignaturas, así como a
través de todo tipo de actividad del proceso educativo, tanto dentro como
fuera de la institución educativa.
Significa que el docente promueva al máximo la posibilidad de que
sus educandos se desarrollen como personas cultas, independientes y
creativas, donde lo culto implica la formación en los valores universales,
positivos y deseables, vinculados a la toma de conciencia afectiva de su
responsabilidad individual, para con su familia, amigos y para con
su patria.
Propiciar como docentes, la posibilidad de que se involucren en la
solución de problemas de alta significación social mediante las sociedades
científicas estudiantiles, los proyectos sociales, culturales y técnicos. Los
programas complementarios, entre otros, favorecen la formación de valores en el sentido que se apuntaba: proyectar su futuro, conformar su motivación profesional, encontrar su sentido de la vida y elaborar sus puntos
de vista sobre la concepción del mundo y su lugar en este, aspectos esenciales que están muy vinculados al fortalecimiento de su autoestima, y a
lo que puede aportar desde su individualidad y con creatividad a la sociedad y al bienestar común en general.
Se comprende entonces que el educador, promueva y dirija un
proceso educativo en el que los educandos se continúen implicando mediante la actividad y con independencia, al proceso de aprendizaje, donde se sientan partícipes en la toma de decisiones; que puedan explicar y
argumentar en clases, y en cualquier otro tipo de actividad docente, sus
experiencias, conocimientos y habilidades, puntos de vista, juicios y
valoraciones en el orden cognitivo y moral, ya que significan la manera
en que cada uno de ellos se relacionan, perciben vivencialmente su medio,
de manera personal, y por consiguiente, diferente, propiciando su autoeducación y su autodeterminación, cualidades que operan en esta etapa
creativamente como motor fundamental del desarrollo.
Un proceso que demanda de la actividad sistemática del educando más
que del propio docente, requiere determinar muy bien lo esencial del
contenido en cualquier tipo de clase, sin sobrecargas conceptuales innecesarias ni pérdida de tiempo. Se impone desde el propio contenido de
las diferentes asignaturas, la búsqueda por los profesores de una mayor
integralidad, desde los vínculos intra e inter asignaturas, que complemen47
ten entre sí sus influencias instructivas y educativas sobre cada educando, así como el empleo de métodos y formas de organización diversas y
productivas, y en un clima de aprendizaje socioafectivo altamente positivo y solidario.
Por otra parte, la interacción de cada educando con sus profesores y
coetáneos, en interacción grupal, contribuirá también a la inserción en las
organizaciones a las que pertenece, donde se enriquece en relaciones de
colectividad y se desarrolla su pensamiento a niveles superiores de exigencia y de creatividad.
El profesor tiene que dominar cuánto avanza el educando en las
actividades consideradas sociales, lo que puede hacer con su ayuda y
la de sus compañeros, así como lo que ya asimiló y puede realizar solo
de forma independiente; es decir, los logros que va alcanzando en
su desarrollo, por ejemplo: un conocimiento, una habilidad, una norma de comportamiento o el desarrollo de procesos del pensamiento, como:
el análisis, la síntesis, la generalización a niveles de abstracción superiores.
Al primer nivel de trabajo –con ayuda– se le ha llamado nivel de
desarrollo potencial, ya que revela las potencialidades que el sujeto posee
para aprender; y al nivel que se encuentra cuando ya puede trabajar por sí
solo, se le denomina nivel de desarrollo real porque es el que ya alcanzó.
A la distancia entre ambos niveles se le denomina zona de desarrollo
próximo, es en ella donde se produce la relación entre educación-enseñanza y desarrollo, de ahí la importancia de su conocimiento para su instrumentación didáctica.
El espacio de interacción entre los sujetos, como parte del desarrollo
de una actividad, le permite al profesor operar con lo potencial en el educando en un plano de acciones externas sociales, de comunicación, que
convertidas en condiciones mediadoras, culturalmente favorecen el paso
a las acciones internas individuales.
El proceso educativo debe propiciar la unidad de los procesos instructivo-educativos y desarrolladores de la personalidad, tiene que considerar
a cada educando como un ser pensante, activo; que tiene necesidades,
intereses; que es portador de sentimientos, vivencias y de determinado
nivel de conocimientos, de puntos de vista cognitivos y morales; que
requiere de afecto, que continúa experimentando deseos de saber, que debe
ser respetado, de manera que se le ayude a fortalecer su autoestima. En
esta unidad de lo afectivo y lo cognitivo, vista desde la conformación de
la personalidad, transcurre el proceso formativo.
48
En resumen, el desarrollo de la independencia creativa del educando,
en un contexto de desarrollo próximo potencial, alcanzable desde la planificación de las clases, así como de su ejecución y control sistemático
en su contribución a la formación integral, es un requisito principal en
preuniversitario, con la implicación afectiva del educando en este y en un
contexto psicosocial positivo. Todo ello en función de los logros o las
adquisiciones fundamentales, propios de esta etapa del desarrollo.
Es importante reiterar que constituye un nivel de ampliación y profundización de los contenidos acerca de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, iniciados en los niveles precedentes, de ahí que el proceso
educativo debe alcanzar exigencias más elevadas, de forma que inicie el
adiestramiento de sus educandos –futuros universitarios– en las particularidades de ese nivel superior, que los ponga en mejores condiciones de
lograr éxitos desde su inicio en la universidad, evitando el fracaso ante el
cambio a que se someterá una vez que ingrese en una institución universitaria.
La transformación a la que se aspira precisa que el docente cambie su
posición respecto a la concepción, planificación, ejecución y control del
proceso educativo, con respecto a la elaboración de su sistema de clases.
Habrán de considerarse entonces, concebidas como un sistema, las categorías o componentes de dicho proceso, es decir, los principios didácticos,
los objetivos, el contenido, los métodos y medios de enseñanza, las formas
de organización y la evaluación.
Los componentes del proceso en dicha planificación se proyectan a
partir de los fundamentos y requerimientos antes descritos: los principios
didácticos que funcionan a manera de basamentos teóricos, postulados
generales, normas o reglas generales de la educación, que ayudan al docente al trazado de una estrategia general de dirección que se corresponda plenamente con la formación integral de cada educando.
A continuación se caracteriza a cada uno de los componentes del proceso educativo desarrollador, contextualizado a las exigencias del preuniversitario cubano:
Los objetivos responden a las preguntas: ¿para qué enseñar? o ¿para
qué aprender? Representan la construcción o proyección subjetiva del
resultado esperado, plantean las transformaciones, los cambios cualitativos
que se operan en el educando como producto de su actividad, y están
condicionados por las exigencias sociales, expresadas en el fin del preuniversitario, derivado a su vez, en el sistema de objetivos de cada grado y
el perfil del egresado. Se expresan, en consecuencia, a manera de logros
49
que se deben alcanzar en cada educando, tomando en cuenta las dimensiones de la personalidad: cognitiva, afectivo-motivacional y reflexivo-reguladora.
En el proceso de su determinación (referido a precisarlos) y de su formulación (relativo a su escritura), se redactan en función del educando y
con suficiente claridad, de modo que no conlleven varias interpretaciones.
Como un propósito que deberá vencer el educando, es necesario incluir
como elementos fundamentales en su formulación: la habilidad, el
conocimiento y la potencialidad educativa del contenido, los cuales permiten integrar los aspectos instructivos y educativos en un solo proceso
y, que a la vez, incluyen las exigencias potenciadoras del desarrollo de la
personalidad.
Se atenderá su derivación gradual, sobre la base del fin y los objetivos
más generales del nivel, de cada grado y de las asignaturas.
Muy vinculadas a los objetivos, se conciben como un sistema las tareas
de aprendizaje, que expresan gradual y sistemáticamente, el nivel de logros
superiores que debe alcanzar cada educando, expresando la manera en
que todos puedan adquirirlos, de acuerdo con sus particularidades, mediante los niveles de ayuda necesarios en relaciones de colaboración.
Asimismo, el docente debe hacer énfasis en la elaboración de orientaciones, lo suficientemente precisas, que faciliten su total comprensión por
parte de los educandos, hacia la búsqueda de lo que es esencial como
requerimiento de un aprendizaje verdaderamente productivo e integrador,
en vínculo con el contenido de otras asignaturas. Dichas exigencias garantizan la reflexión, aplicación y valoración del sistema de conocimientos
a iguales y diferentes situaciones de la vida cotidiana, y un desarrollo a
niveles superiores de transferencia creativa.
Todo ser humano posee potencialidades creativas, las cuales han de
estimularse en todos los educandos para que logren resultados deseados
en su actuación, imprescindibles en sus comportamientos responsables y
comprometidos en la vida familiar, escolar y comunitaria y en sus futuros
proyectos, relacionados con su actividad personal, laboral, estilos y proyectos de vida que sean enriquecedores.
Los contenidos responden a las preguntas: ¿qué enseñar? o ¿qué
aprender?, y al principio de unidad de lo cognitivo y lo afectivo, pues se
refiere a los conocimientos científicos: hechos, conceptos, teorías, enfoques, paradigmas. Incluyen, además, los modos (modelos, métodos) de
pensamiento y actuación, aceptados progresivamente por la sociedad para
50
la comprensión efectiva de los saberes científicos, del dominio de las
fuentes requeridas para la actividad y para la comunicación social.
Asimismo, incluyen los sentimientos, valores y las actitudes como productos de la acción humana, que se forman sobre la base de la asimilación
del sistema de conocimientos, habilidades y hábitos.
Este sistema de conocimientos, habilidades, hábitos, sentimientos,
valores y actitudes debe posibilitar de manera especial en el preuniversitario como nivel de ampliación y profundización, el desarrollo de altas
capacidades de reflexión, crítica, valoración, planteamiento y solución de
problemas, por lo tanto, lleva implícitas las potencialidades necesarias
para que el educando lo enriquezca, lo transforme y se transforme a sí
mismo como ser creador.
Los métodos responden a las preguntas: ¿cómo enseñar? o ¿cómo
aprender? Se constituyen en la vía o el camino que se adopta en la ejecución del proceso por los sujetos que lo llevan a cabo para que, haciendo
uso del contenido, puedan alcanzar el objetivo.
Dadas las exigencias de objetivos del preuniversitario y las características de ampliación y profundización de los contenidos de esta educación,
los métodos que deben predominar en este nivel de enseñanza son los
métodos productivos. Para el logro de estos propósitos es imprescindible
que estos:
• Proporcionen a los educandos los procedimientos que le permitan encontrar por sí mismos, de manera crítica, valorativa y responsable, las
soluciones a las tareas, a los problemas y actividades que enfrenten.
• Permitan el cultivo de la autonomía y la prerrogativa del ser humano
de crear.
• Promuevan la calificación de los valores del educando y sus dimensiones afectivas.
La responsabilidad que corresponde a esta educación en la preparación
de los educandos para afrontar los estudios superiores, hace que actúen
conjuntamente elementos (procedimientos, etcétera) de los métodos de
este nivel educativo y de la educación superior, lo cual constituye una
tendencia a aproximar paulatinamente, los métodos de la institución educativa a los métodos de la enseñanza superior y al trabajo científico. Aquí
cobran especial significación los métodos de la enseñanza problémica y
otros que se basan en métodos generales de las ciencias, como son: la
problematización, la experimentación y la modelación, entre otros. En
51
general, los métodos deben aproximarse gradualmente a aquellos que son
característicos en una universidad y lograr mayor independencia cognoscitiva y creatividad.
Las formas de organización del proceso responden a la pregunta:
¿Cómo organizar en el espacio y el tiempo el enseñar y el aprender?
Por tanto, son la estructura espacio-temporal en la que se desarrolla el
proceso, en ellas intervienen todos los implicados, por ello deviene en
un elemento integrador que refleja las relaciones entre profesor y educandos en la dimensión espacial y temporal del proceso educativo.
En el preuniversitario se utilizan variadas formas para organizar el
proceso educativo de forma sistémica, donde cada una responde a una
función dentro del sistema, ellas son: la clase, sus diferentes tipos (de
introducción de nuevos contenidos, de desarrollo de nuevos conocimientos, hábitos y habilidades, de consolidación –ejercitación, aplicación,
sistematización y generalización– y de control o evaluación), las conferencias, los seminarios, clases prácticas, excursiones y laboratorios.
La conferencia es un tipo de clase que tiene como objetivo principal
la presentación a los educandos de los fundamentos científico-técnicos
más actualizados de una rama del saber con un enfoque dialéctico-materialista, mediante el uso adecuado de métodos científicos y pedagógicos,
de modo que les ayude en la integración de los conocimientos adquiridos
y en el desarrollo de las habilidades y valores, que deberán aplicar en
su vida profesional. Dentro de los requerimientos para el desarrollo está
la claridad del objetivo que se persigue, idea o tesis central a abordar,
problematización y vías de solución a utilizar, participación activa de
los educandos y plantearles las tareas que posteriormente deben
resolver. Se debe lograr un uso adecuado de métodos científicos y pedagógicos que les ayude en: integración de los conocimientos adquiridos,
desarrollo de habilidades y valores que deberán aplicar en su vida
profesional.
El seminario es el tipo de clase que tiene como objetivos fundamentales que los educandos consoliden, amplíen, profundicen, discutan,
integren y generalicen los contenidos orientados; aborden la resolución
de tareas docentes mediante la utilización de los métodos propios de la
rama del saber y de la investigación científica; desarrollen su expresión
oral, el ordenamiento lógico de los contenidos y las habilidades en la
utilización de las diferentes fuentes del conocimiento. Esto permite, entre
otros que:
52
– Desarrollen el diálogo, el debate y correlacionen el análisis y la situación
de los problemas, mediante la aplicación del método científico llegando a conclusiones previstas.
– Desarrollen habilidades en la expresión oral, en la utilización de la literatura docente y en ordenar lógicamente los contenidos de la ciencia.
Estos puede ser de preguntas y respuestas, conversación abierta, informes orales, ponencia; debate o discusión, conferencias de prensa; lectura
comentada de las fuentes. El salón de clases se organizará con frecuencia
en equipos, en dependencia de los objetivos y el contenido, de manera que
los educandos puedan interactuar unos con otros en la realización de tareas
de aprendizaje colaborativas. La actividad grupal bien concebida en su
dinámica estimula la cohesión del grupo y la interdependencia positiva
entre los educandos.
La clase práctica tiene como objetivo fundamental que los educandos
ejecuten, amplíen, profundicen, integren y generalicen métodos de trabajo característicos de las asignaturas y disciplinas, que les permitan desarrollar habilidades para utilizar y aplicar, de modo independiente, los
conocimientos. El trabajo en la clase práctica permite al docente comprobar el dominio por los educandos de las habilidades y los conocimientos
que se desarrollan en este tipo de clase, así como su preparación previa.
Esta debe ser organizada y planificada con antelación y preferiblemente debe entregársele a los educandos una guía previa, que deberá estar
ligada estrechamente con los aspectos desarrollados en las conferencias
o clases de presentación de los nuevos contenidos.
La excursión, considerada como una forma más de organización del
proceso educativo, se puede realizar dentro o fuera de la institución, por
tal motivo se hace necesario tener presente la organización, la planificación
y su desarrollo, se programa por los grupos o claustrillos, en relación con
las necesidades formativas de los educandos en general y le permite experimentar vivencias acerca de los contenidos de las asignaturas tratados
en clases, y al mismo tiempo influye en su desarrollo integral, fundamentalmente en la motivación, en los intereses cognoscitivos y en la orientación
hacia las profesiones, las carreras universitarias y de ciclo cortos.
Los medios de enseñanza responden a la pregunta: ¿con qué enseñar
y aprender? Constituyen el soporte material del contenido y los facilitadores o mediadores en la aplicación de los métodos de enseñanza; su empleo
está estrechamente relacionado con las restantes categorías: propician el
53
logro de los objetivos y son recursos que se deben emplear en la evaluación.
Como el resto de los componentes tienen carácter de sistema debido a que
la función que unos medios no pueden cumplir por sus características estructurales y la propia información que transmiten, es complementada por
otros medios del sistema. Los medios deben ser empleados tanto en la
actividad de enseñanza por el profesor, como en la de aprendizaje por los
propios educandos, lo cual responde a la interrelación entre todas las categorías del proceso y sus relaciones con los sujetos implicados. En un
proceso educativo desarrollador se debe potenciar el uso de los medios de
manera que los educandos se apropien de manera activa, que manipulen,
transformen, creen, y no se queden solo en la contemplación de imágenes
o la reproducción de textos.
En esta educación se emplean los medios convencionales que están más
al alcance de los docentes y educandos (materiales impresos: libros,
fotocopias, documentos, etcétera; tableros didácticos: pizarra, franelógrafos, papelógrafos, pizarra magnética, murales; materiales manipulativos:
recortables, tarjetas, juegos didácticos de mesa u otros; materiales de laboratorio: de ciencias, de idiomas); también se utilizan ampliamente los
medios audiovisuales (imágenes fijas, grabaciones, películas, documentales y otros programas educativos producidos y transmitidos por la
televisión nacional); y las tecnologías de la información y las comunicaciones que adquieren un lugar cada vez más prominente.
Ante las ventajas que estos últimos ofrecen por la interactividad y la
personalización del aprendizaje, como por ejemplo el software educativo
y los servicios telemáticos (paquetes de Cinesoft, páginas web, correo
electrónico, chats, foros), se deberán ampliar en la medida en que mejore
y se amplíe el equipamiento con mejores prestaciones y el acceso a
internet en estos institutos.
54
Concepción de la evaluación del educando
La evaluación responde a la pregunta: ¿en qué medida se alcanzaron
los objetivos? Cumple con las funciones de diagnóstico, instructiva, educativa y de control, pues permite comprobar la cantidad y calidad de los
conocimientos adquiridos por los educandos de acuerdo con los niveles
de asimilación y el grado de independencia con que se forman y desarrollan: habilidades, hábitos, valores y otras cualidades morales de la personalidad. Estas funciones no se manifiestan de manera aislada, pues
interactúan en las actividades curriculares unas con otras.
La evaluación es el sistema regulador, de retroalimentación del proceso educativo. Su aplicación ofrece información sobre la calidad
del mismo y las necesidades de ajustes, modificaciones u otros procesos
que todo el sistema o algunos de sus elementos deben sufrir. En correspondencia con la concepción integradora de la instrucción y la educación,
defendida en este modelo, se asume para la Educación Preuniversitaria
un sistema de evaluación formativa integral, entendida como:
La valoración que realizan los profesores, el grupo estudiantil y la
propia autovaloración de los educandos, acerca del nivel de aprendizaje de conocimientos, habilidades, hábitos, comportamientos y
actitudes, que reflejan los sentimientos y valores que estos alcanzan,
teniendo en cuenta su autopreparación y las exigencias expresadas en
los objetivos formativos de los diferentes niveles de concreción del
currículum, tanto en las actividades docentes, extradocentes como
extraescolares.
En la concepción del proceso educativo en preuniversitario, es muy
importante que los educandos continúen evaluando y valorando los procesos que les permitieron obtener sus resultados, propiciando formas de
55
autoevaluación, coevaluación entre los propios educandos (por parejas y
colectivas) y por el colectivo de docentes. Esta deberá evaluar no solo de
la parte cognitiva, sino también los avances alcanzados en los aspectos
educativos, como antes se apuntó y que conduce a consolidar una regulación más consciente y efectiva de sus comportamientos, su actitud ante
la vida y autodeterminación.
Ello depende de que se les ofrezca una clara y correcta orientación
desde los objetivos y las diversas tareas de la actividad de estudio, que les
permitan comparar individual y colectivamente, las exigencias propuestas
en los objetivos, con los resultados alcanzados en el proceso de la actividad.
Este sistema de evaluación debe cumplir las exigencias siguientes:
• Tener en cuenta todos los componentes del contenido (conocimientos,
habilidades, hábitos, sentimientos, valores y actitudes expresados en
el comportamiento, incluidos en el sistema de objetivos formativos que
se derivan y concretan a nivel de asignatura, grado, unidad y clase).
• Concebir diferentes momentos del proceso evaluativo: el diagnóstico,
la valoración del desarrollo del proceso de aprendizaje y su resultado,
y su comportamiento.
• Generar expectativas positivas en los educandos, como un elemento de
ayuda, para lo cual el profesor debe lograr transmitir su interés por el
progreso de estos y su convencimiento de que un trabajo adecuado
terminará produciendo los logros deseados, incluso si inicialmente
aparecen fracasos.
• Propiciar la participación protagónica de los educandos en el análisis
de los resultados, la regulación de su propio proceso de aprendizaje,
dándoles oportunidades de reconocer y valorar sus avances, de rectificar sus ideas iniciales y utilizar el error como elemento de aprendizaje mediante formas de autoevaluación, evaluación grupal, por el
colectivo pedagógico y los padres.
• Aprovechar todas las posibilidades que ofrecen las actividades que
realizan los educandos para evaluar la marcha de su desarrollo y su
formación integral, en un contexto de trabajo colectivo natural, utilizando diversas formas e instrumentos de modo flexible, de acuerdo
con las diferencias individuales y las características de los contenidos.
• Incluir un sistema de estimulación que propicie una actitud transformadora de los educandos hacia sí mismos, lo que conlleva a la realiza56
•
•
•
•
ción de esfuerzos sistemáticos en el cumplimiento de las acciones para
alcanzar los objetivos planteados y participar en eventos competitivos
de concursos de materias, científicos, festivales de monitores, artístico-culturales, deportivos, político-ideológicos, etcétera; lo cual les
reporta un mayor desarrollo. Esto ayuda a la estimulación de la creatividad y al desarrollo diferencial de los educandos potencialmente
talentosos.
Integrar como parte de la evaluación formativa, la valoración de la
participación de los educandos en las actividades extradocentes y
extraescolares (estudiantiles, científico-técnicas y laborales, etcétera);
además tener en cuenta su comportamiento (autorregulación de
su conducta según el lugar, las relaciones interpersonales, y el cumplimiento de las reglas de educación formal; así como el uso y cuidado
de los medios, de forma tal que sea posible integrarlas armónicamente
con la evaluación de los resultados de las actividades docentes organizadas por medio de las áreas y asignaturas del currículo general y
el institucional. Esto posibilita elevar la motivación de los educandos
y una mayor implicación de estos en todas las actividades que se
desarrollan en la institución educativa y que forman parte de los proyectos educativos de los grupos, para lo que se tendrá en cuenta también
el resto de las actividades complementarias que se desarrollen.
Tener en cuenta las diferencias individuales de los educandos en cuanto a capacidades, intereses, necesidades, aspiraciones, potencialidades,
y las características de la adolescencia en cuanto a la autodeterminación y elevación de las potencialidades intelectuales y físicas, diversidad de intereses y gustos y su afán por enfrentar nuevos retos.
Ello depende de que se les ofrezca una clara y correcta orientación
desde los objetivos y las diversas tareas de la actividad de estudio, que
les permitan comparar individual y colectivamente, las exigencias
propuestas en los objetivos, con los resultados alcanzados en el proceso de la actividad.
Como se ha presentado, el currículo en este tercer perfeccionamiento
integra dos componentes: el general con las asignaturas de carácter
nacional, y el institucional, con actividades complementarias y laborales. Esto implica que ambos sistemas de actividades deberán ser evaluados y formar parte del criterio evaluativo general del educando al
culminar cada grado y la Educación Preuniversitaria. De la misma
forma, la evaluación integral del educando en su implicación en el
57
proyecto educativo del grupo, también deberá tener un espacio en la
evaluación integral, junto a los diferentes tipos de actividades curriculares. El modo en que se distribuyan las calificaciones cuantitativas en
estos tres componentes deberá ser competencia del Ministerio de Educación.
La evaluación de los aprendizajes debe ser sistemática, y en determinados momentos realizarse cortes parciales, así como al final del proceso.
Para esto se pueden implementar diversas formas de evaluación, que
pueden adecuarse a las características de las asignaturas y actividades del
currículo institucional.
A partir de las transformaciones que se proponen en el currículo, los
programas de asignaturas, la formación del personal docente y el funcionamiento en general del Sistema Nacional de Educación, resulta necesario
adecuar determinados aspectos del sistema de evaluación vigente e introducir nuevos elementos, de modo que se ajuste a las condiciones existentes y a las exigencias que se plantean a la educación. A continuación se
enumeran una serie de aspectos normativos y organizativos en torno a
esta actividad:
• En décimo grado el educando se inicia en la Educación Preuniversitaria, por lo que, la evaluación se aplicará con un nivel de complejidad que se elevará gradualmente, introduciendo variantes evaluativas
de mayor rigor.
• En estas evaluaciones se incluyen solo el contenido desarrollado hasta
ese momento; se mantienen los requisitos expresados en la resolución
que lo expresa, con derecho a la revalorización y se le cierra la nota del
curso con la suma de la evaluación parcial realizada y el promedio de
las evaluaciones sistemáticas.
• Concebir la repitencia para los educandos según se establezca en la
resolución ministerial de evaluación vigente.
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